• Al comenzar de manera oficial la visita de observadores internacionales al hábitat de la vaquita marina, presidentes de cooperativas y federaciones de pescadores se quejaron del aumento de la ilegalidad en el Alto Golfo de California.
Estado de
México. - Al comenzar de manera oficial la visita de observadores
internacionales al hábitat de
la vaquita marina, presidentes de cooperativas y federaciones de
pescadores se quejaron del aumento de la ilegalidad en el Alto Golfo de
California, y un completo “abandono”, por parte del Gobierno de México.
Los representantes del sector formal en San Felipe,
Baja California y el Golfo de Santa Clara, Sonora, relataron a los enviados de
la CITES, que hace un par de semanas la propia Secretaría de Marina (Semar),
Conapesca y Profepa, reconocieron en una reunión con ellos, que habían
alrededor de tres mil embarcaciones menores (pangas) trabajando en el mar,
siendo que el esfuerzo pesquero autorizado no supera los mil 500 permisos, sin
que se haga nada para combatir a los ilegales.
En la sede del Sector Naval de San Felipe, los
expertos de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), encabezados por su secretaria general
Ivonne Higuero, arrancaron el encuentro preguntando a los líderes pesqueros si
había aumentado o disminuido la ilegalidad en la región, con relación a la
última visita que realizaron en mayo de 2022.
La respuesta unánime de los presidentes de
cooperativas y federaciones fue que la ilegalidad incrementó y los
pescadores furtivos hacen prácticamente lo que quieren, a la hora que
quieren y como quieren.
Los dirigentes reconocieron que todos, legales e
ilegales, usan redes prohibidas de enmalle, nadie utiliza artes de pesca
alternativas y sustentables, porque las que probaron hace años no funcionaron,
y no hubo mayor interés por parte de las autoridades.
Dijeron que están de acuerdo en la instalación
de geolocalizadores en sus pangas, como medida de control, pero que
tampoco las instituciones han cumplido con eso.
El sector pesquero insistió en su propuesta,
ampliamente discutida con el gobierno mexicano, de modificar los polígonos de
protección de la vaquita marina, para que se permita pescar con redes de
enmalle (excepto la totoabera), fuera de la Zona de Tolerancia Cero ampliada.
Pidieron que CITES abogue por ellos y recomiende a
México cambiar la regulación, que prohíbe el uso, sin excepción, de las artes
de pesca tradicionales en todo el Alto Golfo de California, antes que concluya
el sexenio, para que se pueda levantar el embargo e intenten recuperar el
mercado de Estados Unidos, principalmente de camarón, cerrado desde 2018.
Fuentes consultadas por Excélsior, opinaron que la
misión de observación de CITES, pudo percibir que ha mejorado el cumplimiento
de forma focalizada en la Zona de Tolerancia Cero, de 225 kilómetros cuadrados,
sobre todo por parte de los pescadores legales, que evitan incursionar en el
área prohibida.
Aunque en el resto del Área de Refugio de la
Vaquita Marina y la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del
Río Colorado, en general, no hay cumplimiento de nadie, porque se sigue pescado
con las mismas redes de siempre”, indicaron.