Muy buenos días estimable lector gracias, mucha gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta columna comentando
a Usted: El Pueblo considera que debe haber tanto mercado como sea posible y
tanto Estado como sea necesario para garantizar certeza Institucional y
justicia social; ante ello se vuelve imprescindible y necesaria la transformación
del Estado para resolver los problemas que aquejan a nuestra región en cada una
de sus ciudades. Su presencia como Estado es importante, sin lugar a dudas,
para impulsar el avance social ante los nuevos retos de la globalización, pero
tienen que esforzarse por regionalizar la globalización para que reconozca las
potencialidades de todas las poblaciones, urge negociar en mejores condiciones
con el mundo desarrollado y fortalecer el papel del Estado con la legitimación
del poder político, acentando transparencia eficiente y eficaz, exclusivamente
comprometido ética mente con los ciudadanos mexicanos.
La idea de que la actividad
política carece de prestigio y de quienes la realizan, se alejan de los
problemas de la base social y priorizan sus proyectos personales, es una idea
que desde hace algunos años ha germinado en nuestro País a pasos acelerados. El
fenómeno de corrupción sin duda profundiza la situación de descrédito,
imperante hoy en algunos lugares, lo que nos lleva a una urgente necesidad de
dignificar de raíz la ética de la labor política, elevar la calidad de la
política y de sus dirigencia debe ser una tarea compartida por todos los
ciudadanos.
Hoy en la actualidad
absolutamente todos los partidos políticos, deben comprometerse a promover el prestigio
y la estatura de la política, de sus comportamientos, y por supuesto, de sus
estilos, recuperar la credibilidad de los partidos en la sociedad y fortalecer
el valor de las Instituciones, revalorizar el papel del Estado ante los
ciudadanos y estimular la participación social como palanca transformadora del
desarrollo regional. Los partidos políticos, como todos sabemos, juegan y
seguirán jugando un rol central en la democracia, por lo que es indispensable
revitalizarlo, democratizarlos, vincularlos a la sociedad, y sobre todo,
desarrollar respuestas realistas y efectivas a los problemas comunes y a los
nuevos retos a los que estamos enfrentando hoy las sociedades modernas.
Democracia es desahogar el
conflicto propio, el conflicto de las sociedades abiertas a través de
auténticos sistemas de partidos políticos y de instituciones modernas; es
también dialogo entre los partidos políticos, donde cada cual con su sello, y
su perspectiva, su historia y su raíz, eso si, todos con el compromiso efectivo
de encontrar respuestas sobre su región que conforma. Vivimos tiempos
cumpliendo,pero debemos devolverte a la política sus mejores atribuciones,
tanto en las ideas como en los valores, ya que son parte de los principios que
le dan consistencia y perdurabilidad a la democracia.
Concluyo: la verdad común se
construye con las verdades de todos. Sin ella se hace muy difícil convocar la
energía creadora del pueblo, para caminar unidos en la diversidad hacia un
horizonte que, por distintos caminos puede ser común