La Paz, Baja California Sur.- Gastritis y reflujo son las secuelas que quedan en muchas personas que abusan de comidas ricas en grasas y de bebidas alcohólicas durante las fiestas de diciembre, así lo informó el jefe de Servicios de Prestaciones Médicas en Baja California Sur (BCS), doctor Marco Vinicio Jiménez González de la Llave.

La primera se manifiesta con dolor abdominal intenso, sensación de ardor en el estómago y agruras; y la segunda, por reflujo, es decir, el regreso por el tubo gástrico de los alimentos sin digerir y del ácido con indicios de asfixia, náuseas y vómitos intensos son frecuentes luego del consumo de licor, debe tenerse especial cuidado, ya que se puede provocar desgarros de la mucosa esófago-gástrica, conocido como el Síndrome de Mallory Weiss, con el riesgo de sangrados digestivos intensos, arriesgando la vida con ello.

Asimismo, el consumo de grasas en exceso puede originar cuadros vesiculares agudos, sobre todo en personas con antecedente de este padecimiento. Pudiendo provocar la inflamación del páncreas o pancreatitis.

Ante estos padecimientos, el doctor recomendó que lo primero que deben realizar es suspender de inmediato los alimentos irritantes (picante, café, tabaco, alcohol, chocolates, menta, fritangas y la comida chatarra), así como las grasas y los cítricos (limón y naranja), llevar una dieta rica en frutas y verduras, y si se consume leche, que sea deslactosada.

El segundo paso es acudir al médico lo antes posible para una revisión y de esta manera evitar la automedicación, con el fin de complicar más el padecimiento.

Atender los síntomas a través de un especialista en salud es lo mejor, ya que este resolverá de manera precisa la enfermedad, brindará tratamiento oportuno y valorará si es necesario realizar algún examen profundo para descartar alguna otra complicación de salud

Regularmente estos padecimientos se tratan mediante el uso de antiácidos, bloqueadores de secreción ácida y hepatoprotectores.

El especialista finalizó diciendo que, para evitar estos percances, es importante beber moderadamente, sin necesidad de llegar hasta la pérdida de la conciencia, así como conservar adecuadamente los alimentos para evitar infecciones y evitar el exceso de condimentos y picantes.