Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta columna comentando
a Usted: El pasado jueves 04 de enero, se celebró el día Nacional del
Periodista en memoria del prestigiado MANUEL CABALLERO, considerado el Padre
del Arte de reportear ya que fue quien revoluciono en México siendo la época del
expresidente de la Republica PORFIRIO DIAZ, falleciendo precisamente un día 04
de enero del año 1946.
Hoy los auténticos de esta
tradición están presentes y son quienes luchan por acrecentar nuestra
independencia restaurando un sistema de vida en que las libertades individuales
se armonicen con el advenimiento de una democracia económica. Al celebrar con
ustedes el día Nacional del Periodista, formulo votos porque el periodismo
cumpla con honor y eficacia la parte que le corresponde en la gran tarea Nacional,
Estatal, y Municipal que tiene ante sí esta gran generación de mexicanos. Hoy
nuestro periodismo enfrenta desafíos y debe ser capaz de interpretar una
realidad interna que no admite simplificaciones y ver por sí mismos los
fenómenos de un mundo en acelerada transformación. En este sentido entre la
didáctica y el juicio, entre la noticia y el razonamiento entre el hecho y sus
antecedentes, se halla el camino profesionalmente difícil y moralmente
comprometido del periodismo de nuestros tiempos.
Ahora bien; Nosotros los
periodistas estamos convencidos de que la solidez de nuestro desarrollo
descansa en el perfeccionamiento de la democracia política. Apelamos a la razón
de los ciudadanos y no a sus reflejos instintivos, como suelen hacer las
dictaduras, porque nada perdurable puede construirse sobre la ignorancia y el
engaño. No confundamos, sin embargo, el afán de la denuncia con la búsqueda de
la verdad. Porque en toda sociedad existen vicios y deficiencias y olvidar sus
orígenes es ocultar en parte una realidad de la que todos somos responsables.
Si aceptáramos una visión
catastrófica de la vida Nacional, nos debilitaríamos para afrontar el futuro
con seriedad patriótica y madurez constructiva. Actualmente la libertad de
prensa supone la posibilidad de disentir, pero también la de estar de acuerdo
con los actos del poder público. Atribuir motivos bastardos a quienes reconocen
honestamente los esfuerzos de un gobierno es señal de intolerancia y contraria
el espíritu mismo de la garantía constitucional que celebramos el día 04 de
enero. Considero que hoy el Estado garantiza plenamente el ejercicio de la
libertad de Expresión y una sociedad democrática a de ser plural en todas sus manifestaciones.
Es natural que la prensa exprese distintas corrientes de opinión, e incluso
intereses divergentes, pero es indispensable que a ellos anteponga un celoso
respeto por la verdad y la defensa de los valores y objetivos supremos de la
Nación.
Concluyo: La prensa y los
periodistas forman parte de las estructuras de una comunidad, pero han de
contribuir decisivamente a transformarlas. El periodista no es testigo
indiferente del acontecer diario. Es depositario y autor de la conciencia
colectiva y por ende, gestor efectivo de lo que habrá de suceder mañana. “La
Prensa ha de armonizar las tradiciones de la democracia individualista con las
exigencias de la sociedad plural.”