• Académicos de la UABCS trabajan en un proyecto para rescatar, divulgar y preservar el conocimiento popular de la medicina tradicional en BCS.
La Paz, Baja California Sur. -
A nivel mundial, los pueblos originarios han utilizado las plantas de su
entorno para una variedad de propósitos, dentro de los que destaca la medicina
tradicional. La existencia de diversas fuentes naturales se considera una gran
riqueza cultural y natural que debe ser preservada.
Por milenios se ha
reconocido a la medicina tradicional como un conjunto de prácticas y creencias
que se utilizan para prevenir, diagnosticar o tratar enfermedades mediante el
uso de plantas, hierbas, minerales y otros elementos que se encuentran en la
naturaleza.
De acuerdo con un estudio
que actualmente realiza un grupo multidisciplinario de profesores
investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), en la
media península la medicina tradicional es una práctica ampliamente arraigada.
Sus comunidades rurales
poseen una gran riqueza de conocimientos tradicionales sobre el uso de plantas
con propiedades para el cuidado y atención de problemas de salud, heredados por
los pueblos originarios de la región, quienes durante siglos utilizaron las
plantas de su entorno para tratar una variedad de afecciones y enfermedades.
El Dr. Esli Alexis Mayer
Félix, Mtro. Juan Ángel Larrinaga Arce y Mtra. Ana Denisse Bravo Aguilar,
adscritos a los departamentos académicos de Ciencia Animal y Conservación del
Hábitat, de Agronomía, y de Ciencias Sociales y Jurídicas, señalan que existe
una amplia variedad de especies que comúnmente están referenciadas por los
pobladores locales.
Entre ellas, describen al
“Torote colorado”, árbol endémico utilizado por sus propiedades expectorantes,
ya que sus hojas y resinas se emplean en infusiones para aliviar síntomas de
enfermedades respiratorias como la tos y el catarro, comunes durante el tiempo
frío.
También se encuentra la
“Yerba del Manso”, reconocida por sus propiedades antibacterianas y
antiinflamatorias, siendo empleada comúnmente para aliviar problemas
respiratorios, como congestión nasal y garganta irritada.
El “Ciruelo cimarrón” es
otra especie conocida por sus propiedades analgésicas y antisépticas, útil por
ejemplo en casos de dolor de muela, desinfección de encías o, incluso, para
afianzar dientes flojos.
De igual forma se
encuentra el “Lomboy blanco”, popular por sus propiedades analgésicas y
antiinflamatorias, empleándose en ungüentos para aliviar dolores musculares y
articulares exacerbados por el frio.
El grupo de investigación
también identifica plantas para el alivio de afecciones digestivas como la
“Cacachila” o “Damiana”, empleada por pobladores para apaciguar malestares estomacales,
cólicos e incluso estimular el apetito.
El Dr. Esli Alexis Mayer
explica que este trabajo en curso, el cual cuenta con el apoyo de la Secretaría
de Cultura dentro del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y
Comunitarias, pretende rescatar información que hay sobre los usos medicinales
de la vegetación nativa, mucha de ella endémica, con las que ha interactuado la
comunidad a través del tiempo.
Dijo que este tipo de
plantas son algunos ejemplos de cómo la medicina tradicional en Baja California
Sur recurre a la flora local para abordar una amplia variedad de condiciones
física, eso sí, destacando la importancia de un uso supervisado y consultado
con profesionales de la salud para evitar posibles interacciones o efectos
adversos.
También subrayó que la
medicina tradicional no debe sustituir la atención médica profesional, por lo
que, si se tiene una enfermedad o afección grave, se debe consultar con un
especialista de la salud.
Explicó que este proyecto
lo que intenta es ayudar a preservar este conocimiento ancestral que forma
parte de nuestra cultura regional, además de contribuir a la conservación de la
biodiversidad y el desarrollo sostenible.