• El Papa Francisco defendió que 'el Señor bendice a todos los que vienen' y que la Iglesia debe tomarles la mano y 'no condenarles desde el principio'.
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Estado de México. - El Papa
Francisco defendió este domingo su decisión de permitir la bendición de parejas
del mismo sexo o en “situación irregular”, que ha suscitado recelos entre el
sector más conservador de la Iglesia, y también afirmó que no piensa en la
renuncia.
“No es ni
un pensamiento, ni una preocupación, ni un deseo, es una posibilidad abierta a
todos los papas pero por el momento no está en el centro de mis pensamientos,
inquietudes o sentimientos”, dijo en una entrevista al programa “Che tempo che
fa”, respondiendo a sí piensa en una eventual renuncia, como su predecesor,
Benedicto XVI.
Y agregó:
“Mientras yo me sienta con capacidad de servir seguiré adelante, cuando no
pueda más será el momento de pensarlo.
El
pontífice concedió una larga entrevista al programa italiano en la que también
habló sobre la declaración del pasado 18 de diciembre con la que la
Congregación para la Doctrina de la Fe aprobó la posibilidad de bendecir a
parejas homosexuales o “irregulares”, pero sin que eso sea una justificación o
equiparación al matrimonio.
El
documento ha suscitado los recelos del sector conservador de la Iglesia,
especialmente entre el clero africano, y el prefecto de la Congregación, el
cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, ha tenido que matizar que se trata
de una bendición espontánea y no litúrgica o ritual, y que depende de la
cultura de cada zona (en África muchos países siguen persiguiendo la
homosexualidad).
Francisco
admitió que “cuando se toma una decisión hay un precio de soledad a pagar” y
apuntó que muchas veces no se acepta algo “porque no se conoce”.
“Cuando no
te gusta una decisión, habla y expón tus dudas, lleva adelante una discusión
fraternal, así las cosas, salen adelante. El problema es cuando no gusta, te lo
metes en el corazón y haces resistencia y tomas malas conclusiones. Esto ha sucedido
con estas últimas decisiones sobre la bendición a todos”, sostuvo.
Francisco
defendió que “el Señor bendice a todos los que vienen” y que la Iglesia debe
tomarles la mano y “no condenarles desde el principio”.
Asimismo,
el pontífice argentino volvió a expresar su preocupación por las guerras entre
Ucrania y Rusia o entre Israel y las milicias de Hamás en la Franja de Gaza y
denunció que detrás de los conflictos está “el negocio de las armas”.
“Invertir
para asesinar, esta es una realidad”, lamentó, señalando las graves
repercusiones que tienen las guerras especialmente para los más pequeños: “Que
un niño olvide sonreír es criminal”, apuntó.