• La ley pasa por alto la ley federal ya que los jueces de Texas estarían autorizados a ordenar la deportación de una persona.
Estado de México. - La
Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) de Texas y el Proyecto de
Derechos Civiles de Texas (TCRP) presentaron este martes una demanda impugnando
la ley SB4, que otorga a policías y jueces del estado la facultad de detener y
deportar migrantes sin el debido proceso.
La demanda, presentada ante la Corte Federal del Distrito Oeste de
Texas, afirma que la SB4, firmada el lunes por el gobernador del estado, el
republicano Greg Abbott, es inconstitucional porque viola la Cláusula de
Supremacía de la Constitución de Estados Unidos.
La ley pasa por alto la ley federal ya que los jueces de Texas estarían
autorizados (y en algunos casos, obligados) a ordenar la deportación de una
persona independientemente de si es elegible para buscar asilo u otras
protecciones humanitarias, explicó en un comunicado ACLU-Texas.
Adriana Piñón, directora legal de la ACLU-Texas, dijo que la ley
antiinmigrante es una de las “más extremas del país” y sostuvo que perjudica a
los texanos, en particular a las comunidades de color e inmigrante.
“Una y otra vez, los funcionarios elegidos en Texas han ignorado a sus
electores y han optado en su lugar por la retórica supremacista blanca y el
encarcelamiento masivo”, opinó Piñón.
Por su parte, Rochelle Garza, presidenta del TCRP, dijo que la demanda
busca bloquear la entrada en vigor de la ley, programada para el 5 de marzo.
“Texas no tiene el poder de implementar sus propias leyes de
inmigración. No dejaremos que esto siga así”, sentenció.
La ACLU-Texas y el TCRP representan a Americas Immigrant Advocacy
Center, American Gateways y el fronterizo condado de El Paso (Texas), que se
unieron para retar en las cortes la ley.
Abbott firmó este lunes el paquete de tres leyes antiinmigrantes, entre
ellas la SB4, aprobadas por la Legislatura, dominada por los republicanos.
Otra de las leyes asigna 1,540 millones de dólares para la construcción
del muro fronterizo y el financiamiento de operaciones de seguridad en la
región, incluyendo fondos a los departamentos de policía para implementar la
SB4, y la tercera ley crea una pena mínima de 10 años para personas encontradas
culpables de tráfico de migrantes.
En el momento de la promulgación el gobernador se despachó contra el
presidente Joe Biden, al que acusó de tener una política de “fronteras
abiertas”.
También arremetió contra el presidente de México, Andrés Manuel López
Obrador, al que culpó por no detener a los migrantes que vienen en camino hacia
Estados Unidos.
Las tres nuevas disposiciones firmadas por Abbott pueden generar también
el rechazo de un sector de los aproximadamente 12 millones de hispanos de
Texas, que constituyen el mayor grupo demográfico del estado con el 40.2% de
los alrededor de 30 millones de habitantes.