• “La meta de esta ley es parar la oleada de ingresos ilegales de extranjeros a Texas”, dijo el gobernador.
Estado de
México. - El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó hoy
lunes un paquete de leyes antiinmigrantes, incluyendo la SB4, considerada una
de las más estrictas en la historia estadounidense y que otorga a la policía la
facultad de detener y deportar migrantes sin el debido proceso.
Con unas
obras de construcción del muro en la frontera entre México y Brownsville
(Texas) de fondo, Abbott firmó hoy un paquete de tres leyes aprobadas en las
sesiones extraordinarias de la Legislatura en respuesta a lo que considera una
política de “fronteras abiertas” del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Considerada
una de las leyes antiinmigrantes más estrictas en la historia estadounidense,
la SB4 convierte en delito menor el que un extranjero “ingrese o intente
ingresar al estado desde una nación extranjera” de forma irregular.
La falta se
convierte en un crimen grave, punible hasta con 20 años de prisión, si el
infractor es reincidente.La ley permite a la justicia estatal ordenar la
expulsión de personas sin mediar proceso judicial.
Y lo más
polémico, los oficiales de policía podrán arrestar a cualquier individuo del
que sospechen que ingresó ilegalmente al país, y tendrán la facultad
discrecional de expulsarlo a México.
“La meta de
esta ley es parar la oleada de ingresos ilegales de extranjeros a Texas”, dijo
el gobernador al firmar la ley, y destacó que durante el Gobierno de Biden,
iniciado en enero de 2021, han pasado la frontera más de ocho millones de
migrantes.
Ante las
preocupaciones de activistas que argumentan que la ley propicia el perfilado
racial hacia inmigrantes que residen en el estado, entre otros resultados
negativos, Abbot advirtió que la aplicación de esta ley “se enfocará en la
frontera”.
La medida
se suma a otras que Abbott ha instrumentado como parte de su Operación Estrella
Solitaria contra la inmigración irregular, a la que han sido asignados 9,500
millones de dólares desde 2021 y que ha incluido la colocación de un cerco de
alambre de púas y una barrera de boyas en el fronterizo Río Grande (Río Bravo
en México).
Abbott
también firmó otros dos proyectos de ley, incluyendo la SB3, que asigna 1,540
millones de dólares adicionales para la construcción del muro fronterizo y el
financiamiento de operaciones de seguridad en la región, incluyendo fondos a
los departamentos de policía para implementar la SB4.
Otra ley
firmada por el gobernador crea una pena mínima de 10 años para personas
encontradas culpables de tráfico de migrantes.
Asimismo,
Abbott se despachó contra el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador,
advirtiendo que la frontera es de dos sentidos y que su Gobierno había podido
“parar todo esto”.Calificó de “reprobable” la política de López Obrador al
exponer a los migrantes a torturas, violaciones y la muerte.
Pese al
exorbitante costo de su política migratoria, las medidas le han permitido a
Abbott, quien ha sido gobernador desde 2015, consolidar su poder en el estado
al pasar por encima de las objeciones demócratas, promover su agenda
antiinmigrante a nivel nacional y desafiar al Gobierno del presidente Biden, a
quien culpa de la inmigración ilegal por su supuesta política de “fronteras
abiertas”.
Abbott
enfrenta la perspectiva de que las nuevas leyes, en especial la SB4, sean
impugnadas por el Gobierno federal o por grupos proinmigrantes, entre ellos la
Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) de Texas y la Liga de
Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), que ya han anunciado su intención
de ir a las cortes.
Las nuevas
disposiciones pueden generar también el rechazo de un sector de los aproximadamente
12 millones de hispanos de Texas, que constituyen el mayor grupo demográfico
del estado con 40.2% de los alrededores de 30 millones de habitantes.