De acuerdo con el Inegi, los mayores costos ambientales en 2022 fueron los relacionados con las emisiones de aire, la degradación del suelo, los residuos sólidos urbanos y la gestión de los recursos hídricos
Estado de México. - El año pasado, el costo total por el agotamiento y la degradación ambientales ascendió a 1.2 billones de pesos, equivalentes a 4.1% del PIB nacional.
En 2003, este costo representó el equivalente a 6.0% del PIB, mientras que, por componentes en 2022, el agotamiento representó 0.5% y la degradación fue equivalente a 3.6 por ciento.
De acuerdo con las Cuentas Económicas y Ecológicas de México (CEEM) 2022, elaboradas por el Inegi, los mayores costos ambientales fueron los relacionados con las emisiones al aire, que generan un impacto equivalente a 2.5% del PIB; la degradación del suelo, con 0.5% y los residuos sólidos urbanos, con 0.4 por ciento.
El resto de los componentes sumaron 0.7% y se integraron por el agotamiento de hidrocarburos, el agotamiento de agua subterránea, las descargas de aguas residuales no tratadas y por los costos del agotamiento de recursos forestales.
De acuerdo con las CEEM, que permiten medir el impacto de la actividad económica y de las actividades humanas en el medio ambiente, en 2022 los gastos del sector público en protección ambiental ascendieron a 0.2 billones de pesos o 0.7% del PIB. En 2021, alcanzaron un monto equivalente a 0.6 por ciento.
“Los gastos en protección ambiental total del sector público, de acuerdo con la Clasificación de Actividades Ambientales de Naciones Unidas, se distribuyeron de la siguiente manera: 23.7% en actividades de protección del aire-ambiente y clima, 20.3% en gestión de los recursos hídricos y 18.1 % en gestión de los residuos. El restante 37.9% se erogó en actividades diversas, como protección y conservación de la biodiversidad, agua, suelo, gestión de recursos minerales, energéticos y acuáticos, así como en actividades transversales, como investigación y desarrollo, educación y gestión de la protección ambiental”, indicó.
De acuerdo con el Inegi, esta proporción de gasto respecto al PIB es similar a la de países desarrollados como Suiza, Suecia, Austria o Dinamarca, pero que no están tan expuestos a los efectos de la crisis climática como lo está México.