Ciudad de México.- En los últimos días ha circulado con profusión la información en torno a la aparición de un caso de la variante de la Covid-19 llamada “pirola” en la Ciudad de México.

Se trata en realidad de una subvariante de Ómicron perteneciente al linaje BA.2.86 del virus SARS-CoV-2 y “produce una enfermedad leve pero de muy fácil transmisión”.

Así lo aseguró el doctor Rodrigo García López, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien se dedica a la investigación y vigilancia del coronavirus en la máxima casa de estudios.

Y aunque en las últimas horas se ha difundido insistentemente la noticia, lo cierto es que el dato se conoce desde el pasado 13 de diciembre y se trata de un caso con fecha del 24 de noviembre.

Sin embargo, en el más reciente informe de vigilancia genómica de la Secretaría de Salud, aún no aparece consignado, según pudo constatar Aristegui Noticias, que tuvo acceso al documento.

“Por favor evitar sensacionalismo: es una Ómicron que da enfermedad leve pero de muy fácil transmisión”, advirtió García López en su cuenta de X (antes Twitter).

“No es como para parar actividades, sólo estar atentos ante síntomas para evitar transmitirla”, señaló, al tiempo que recomendó que si se tiene la enfermedad se utilice el cubrebocas y se eviten las reuniones.

Indicó que las personas vulnerables son los menores de dos años, los mayores de edad y aquellas personas con comorbilidades.

Además, indicó que la Organización Mundial de la Salud “no estima mayor riesgo de enfermedad”, aunque se trata de una variante que se propaga con facilidad, por lo que ha provocado olas de Covid-19 en Europa y en Estados Unidos.

También señaló que las infecciones previas de Covid-19 causan inmunidad natural contra esta variante.

“La importancia real que tiene es que puede ser la que domine las infecciones en la temporada diciembre-enero en México por lo que se recomienda estar un poco más alertas. A cuidarse de forma razonable”, apuntó.

En efecto, en su página de vigilancia epidemiológica, la OMS señaló en noviembre pasado que, de acuerdo con la evidencia disponible, el riesgo para la salud pública que plantea BA.2.86 actualmente es evaluado como bajo a nivel mundial.

“La actual inmunidad de la población a nivel mundial sigue teniendo una alta reacción cruzada con esta variante, especialmente contra enfermedades graves pero también contra enfermedades sintomáticas, y por lo tanto es poco probable que la aparición de esta variante agregue una mayor carga a los sistemas nacionales de salud pública”, indicó.

Supone una variante de interés para la OMS, debido a la gran cantidad de mutaciones que presenta.

Entre los síntomas que produce se encuentra el dolor de garganta, la congestión nasal, estornudos, dolor de cabeza, afonía y ronquera, tos, dolores musculares, pérdida de olfato y fiebre.