• Enérgico reclamo del gobernador Víctor Castro a empresariado insensible y rapaz de Los Cabos. Ratifica su postura frente a AMLO. • Primera vez que Eduardo Sánchez Navarro es confrontado directamente por un mandatario estatal. • Necesaria mayor transparencia en el manejo administrativo de 300 millones de pesos del FITURCA (Fideicomiso de Turismo de Los Cabos).
La petición concreta y
enérgica hecha a los empresarios de Los Cabos por el gobernador Víctor Castro,
sobre todo a los de mayor tamaño, fue justamente para demandarles que se
comprometan a actuar con mayor sentido social y no solo moverse con la única
intención de avasallar a los sectores como un empresariado rapaz, además de la
necesidad de que el Fideicomiso de Turismo de Los Cabos (FITURCA) sea
verdaderamente transparente en su manejo.
La cara de asombro del
empresario Eduardo Sánchez Navarro, acostumbrado a poner condiciones a modo de
sus intereses particulares, jamás imaginó que el mandatario estatal de frente
lo cuestionara sin cortapisas y si medias tintas.
Por supuesto que habrá quien
esté a favor o en contra de esta postura del jefe del ejecutivo estatal, pero
lo cierto es que, en efecto, nadie puede asumir que por muy alto que sea el
nivel empresarial pueda hacer y deshacer en ninguna parte de la entidad.
Históricamente estos
empresarios agrupados entre sí, que por años han hecho grandes negocios en Los
Cabos, requieren definitivamente mayor participación social y no solo con
intereses políticos de fondo como históricamente ha sucedido.
Curiosamente en esta
justificada postura del mandatario estatal, el alcalde Oscar Leggs, hasta hoy
no ha dicho absolutamente nada.
Es de esperarse que ahora haya
una mayor revisión a las pretensiones empresariales y de gestión de
autorizaciones oficiales para impulsar la actividad empresarial, que en efecto,
genere desarrollo social y no le abone a los enormes rezagos que existen en Los
Cabos.
El municipio sureño debe dejar
de ser una zona económica donde los grandes empresarios no solo se hagan más
ricos todos los días, mientras que el rezago en las condiciones de vida de sus
trabajadores de esas empresas, aumente.
Hacer de una empresa
“socialmente responsable” no solo debe ser de membrete sino de hechos concretos
y es ahí donde se centró el airado y fundado reclamo del mandatario
sudcaliforniano.
Como era de esperarse, esto
sorprendió a propios y extraños pues es evidente que la relación de los altos
empresarios con las autoridades ya no puede ser regida exclusivamente por los
intereses de grupos comerciales y de negocios de las grandes empresas que ven
en Los Cabos la oportunidad de obtener enormes dividendos con el menor
compromiso de apoyo posible a sus colaboradores.
De hecho, el gobernador Víctor
Castro, ratificó su postura en este sentido ayer domingo frente al presidente
Andrés Manuel López Obrador a quien le dio la bienvenida oficial durante su
gira por la entidad.
La autoridad gubernamental
está facultada para regular y establecer de acuerdo a la ley las condiciones en
que deben operar las empresas de todos los niveles.
Es evidente que las
condiciones ya no las pondrán los grandes empresarios de Los Cabos por encima
del beneficio social, eso le quedó seguramente claro a Eduardo Sánchez Navarro
acostumbrado durante muchos años a marcar pautas y reglas no escritas en el
juego de los negocios cabeños.
Está claro que en esta
dinámica Castro Cosío, a pocos días de llegar a su segundo informe de labores,
tomó el toro por los cuernos.
Ya veremos qué sucede más
adelante.