La Paz, Baja California Sur.- Durante los próximos 5 meses que dura el avistamiento del tiburón ballena en el municipio de La Paz, el Comité de Representantes de titulares de Tiburón Ballena en La Paz, estima que se produzca una derrama económica de aproximadamente 45 millones de pesos (MDP).

El presidente de la organización, Rodrigo Pérez Briceño, advirtió mediante entrevista con Diario El Independiente que el periodo inició “prácticamente” a mediados del mes de noviembre y terminará a mediados de abril de 2024, jornada en la que también se esperan a más de 25 mil pasajeros en lanchas.

“Esta temporada el estimado o lo que esperamos en cuanto a pasajeros, son alrededor de 25 mil pasajeros por toda la temporada, que inició el 26 de noviembre y va a terminar aproximadamente a mediados de abril, si es que no se presenta una situación como la del año pasado […] con un precio promedio de 1500 pesos por pasajero, son alrededor de 45 millones de pesos de derrama económica”.

De acuerdo con el representante, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) estableció un límite máximo por la cantidad de peces que se encuentren en la bahía, con el objetivo de salvaguardar la vida de la especie y no limitar su espacio natural.

“La capacidad máxima cuando veamos más tiburones va a ser 14 embarcaciones; ahorita solamente pueden permanecer 8 lanchas en el área del tiburón ballena. De acuerdo a los monitores biológicos se ha encontrado un promedio de 8 tiburones. Entonces, la visión más importante de la Conanp, del Comité de representantes y los titulares, es primero proteger a la especie, por eso es que es una lancha por un tiburón” indicó.

En comparación con 2021, la citada actividad generó más-menos 90 MDP durante el mismo periodo, en donde acudieron más de 45 mil personas para ver al animal; sin embargo, desde ese año y durante 2022, asegura que “ocurrió un fenómeno extraño” en la que se percataron de una reducción atípica en la población que llegó a La Paz.

Tal situación, indicó, trajo consigo teorías sobre el posible incremento en la temperatura de las aguas del Golfo de California, mismas que ahuyentan al tiburón ballena y por ende, afecta la economía de las familias que dependen de ese oficio.