• Esta integración de la población refugiada a la economía formal se traduce en una contribución anual de 187 millones de pesos mexicanos en impuestos y contribuciones estatales.
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Estado de México. - A través
del Programa de Integración Local (PIL), impulsado por la Agencia de
las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en
coordinación con autoridades de México e iniciativa privada, se ha logrado
incorporar al mercado laboral a más de 35 mil personas de origen extranjero, en
los últimos siete años.
Esta integración de la población
refugiada a la economía formal se traduce en una contribución anual de 187
millones de pesos mexicanos en impuestos y contribuciones estatales, destacó el
organismo de la ONU.
Reconoció que, frente al escenario
complejo de movilidad humana en la región, en el que cada vez más personas son
forzadas a huir por la violencia, México ha respondido con la instrumentalización de este
programa, que aprovecha la dinámica demográfica del país y
particularidades de la economía nacional como el nearshoring y la necesidad de
mano de obra, para incorporar personas refugiadas al mercado laboral, destacó
el organismo de la ONU.
El PIL agrupa a más de 600 empresas a
través de las cuales los refugiados se han incorporado a la economía formal, a
tener mayor acceso a servicios educativos y de salud, así como iniciar procesos
de naturalización.
Actualmente, este programa opera
en Monterrey,
Saltillo, San Luis Potosí, Aguascalientes, Guadalajara, Querétaro, Silao,
León, Irapuato, Guanajuato y Torreón, ciudades donde la oferta
laboral y de vivienda, así como los sistemas de educación y salud, facilitan la
integración efectiva.
El modelo de integración de personas
refugiadas ha resultado exitoso, tanto que existe un gran potencial que en el
futuro el modelo incorporará a otras poblaciones en movilidad”, aseguró Giovanni
Lepri, Representante de ACNUR en México
A partir de la experiencia positiva
que han tenido las empresas con la contratación de personas se anunció la
iniciativa Alianza por la Inclusión, con la cual se busca
fomentar la incorporación de personas refugiadas y solicitantes de asilo en los
sistemas económicos y profesionales de México.
Su objetivo es dar visibilidad y
reconocimiento a empresas que han establecido políticas de inclusión
encomiables, sirviendo de ejemplo para animar a otras a adoptar buenas
prácticas.
El programa reconoce la experiencia y
habilidades de las personas refugiadas. De acuerdo con el perfilamiento y
seguimiento de los participantes del programa, 38 por ciento
de las personas adultas cuenta con experiencia en servicios, 26
por ciento en construcción y 13 por ciento en agricultura, trayectoria que les
ayuda a insertarse en la economía mexicana.
Hasta octubre de 2023, al menos 114
mil personas solicitaron asilo en México, una cantidad que
supera a la totalidad de las solicitudes de 2022 y de seguir esta tendencia, se
romperá el récord de solicitudes superando las 150 mil.