Diario El Independiente
Diario El Independiente

Noticias de BCS, México y el mundo.


Hoy es sábado, 23 de noviembre de 2024

No eres dueño del país, y no puedes hacer lo que te venga en gana: Obispo de La Paz

• Miguel Ángel Alba Díaz dijo que si en la política no hay resultados, el pueblo se entrega a otros, y hoy las expectativas no se han cumplido.

No eres dueño del país, y no puedes hacer lo que te venga en gana: Obispo de La Paz

 

La Paz, Baja California Sur.-  Al oficiar la misa dominical desde la catedral de Nuestra Señora de La Paz, el obispo de la Diócesis de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz, afirmó que él no es dueño de la iglesia, como los políticos tampoco lo son del país, del estado y municipios.

 

Manifestó que él, es solamente un pastor, que nada le pertenece y tendrá que rendir cuentas cuando sea llamado a la presencia del señor.

 

Puntualizó que lo mismo aplica en la política y sentenció “no puedes hacer con el país lo que te venga en gana. Tú estás sometido a la Ley, como en la iglesia, el obispo está sometido al evangelio.

 

Recalcó “no eres dueño del estado, no eres dueño del municipio, no eres dueño de nada, y si no das resultado, si no das buenos frutos, posiblemente este pueblo sea entregado en manos de otros, que sí sepan dar los frutos que esperamos”.

 

Alba Díaz no mencionó algún personaje político en particular, pero enfatizó: “teníamos expectativas, pero esas expectativas no se han cumplido”.

 

Agregó que lo mismo sucede en nuestra vida personal, el esposo no es dueño de la esposa, y viceversa, como los padres no son dueños de sus hijos y que Dios espera que sepamos dar frutos de justicia, paz y amor.

 

Para concluir y reflexionando sobre la lectura compartida este domingo, sobre la carta de Pablo a los filipenses, escrita cuando ya estaba en Roma esperando el cumplimiento de la sentencia dictada por el César, para ser decapitado, consideró que aplica en la actualidad,  porque también vivimos tiempos difíciles y de mucha incertidumbre.

 

Llamó a la comunidad católica a vivir de acuerdo al evangelio, a no permitir que nada los inquiete y a aprender a tomar lo bueno y a desechar lo malo.