Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta columna comentando
a Usted; sobre el escenario electoral que para el presente y el futuro se palpa
en nuestro País, y desde luego es este bellísimo Estado de Baja California Sur,
donde estarán en juego 20 mil candidaturas para las próximas elecciones 2024,
diseminadas en 9 gubernaturas, 500 Diputaciones Federales, 128 Senadores,
alcaldes y Congresos Locales en 30 Estados de la República, y 18 mil
Sindicaturas. En este sentido la ciudadanía espera que no se presenten
conflictos mayores aun después de las elecciones y que los menores que se
registren como en los procesos pasados habrán de resolverse invariablemente
dentro del marco de la legalidad.
Desde mi punto de vista, las
condiciones actuales son favorables para ello, en virtud de que contamos con un
marco normativo electoral que garantiza la participación equitativa de todos
los partidos políticos a nivel Nacional en la contienda electoral, porque se
observa un ambiente de respeto al adversario y la activación de las autoridades
federales y locales de cada Estado, consejos electorales y tribunales, ya que
activar conforme a los principios de certeza, legalidad, independencia,
imparcialidad y objetividad en sus actos y resoluciones, y la solución jurídica
de cualquier hipótesis conflictiva que pudiera presentarse a lo largo del
presente proceso electoral 2024. En la antesala del proceso electoral
2023-2024, solo la sociedad tiene un papel asegurado, en las condiciones
actuales se puede afirmar que no existen victorias definitivas, ni derrotas
terminales. Por ello como partidos políticos tienen que acreditar nueva visión,
asumir con profunda convicción que seo la victoria dará estatura a su presencia
política.
Ahora bien: absolutamente
todos los partidos políticos actualmente están actuando en función de una
sociedad más urbanizada y politizada; y al mismo tiempo gobierno y oposición,
sin embargo, teóricamente las condiciones de la participación son iguales para
todos los partidos. Por ello ante el deterioro económico, la identidad se
diluye, cada vez que el electorado no constate una mejoría palpable en su vida
diaria, volteara hacia otras alternativas en la búsqueda de su bienestar; es
una elección elemental. Por si lo anterior fuera poco para los partidos
políticos, no están usando intensivamente la tecnología informática,
comunicacional, estadística, sociológica y mercadológica disponibles para
investigar, proyectar y persuadir al electorado acerca de la fuerza y sus
planteamientos y opciones. Mas allá de criticar los errores del Gobierno
Federal, deben concentrarse en abanderar las causas
sociales. Son las aspiraciones
de la gente que les abrirán los espacios para ser proactivos en lugar de solo
reaccionar a las equivocaciones de los gobiernos actuales. Por ello en la
medida en que interpreten adecuadamente la realidad de nuestros electores y
respondan a sus demandas con candidatos y estrategias idóneas en el próximo
proceso electoral 2023- 2024, sus posibilidades ensancharan su horizonte. Bajo
este contexto: todo triunfo electoral tiene repercusiones. La ola publicitaria
y mercadológica de “AMLO” aún se conserva en altos niveles de popularidad. Pero
más allá de este fenómeno los partidos políticos están obligados a buscar el
triunfo en los próximos procesos electorales que habrán de desarrollarse en el
año 2024.
Concluyo: En la actualidad
prevalecen condiciones de una autentica y positiva competencia de partidos. El
nivel de la contienda política se espera competida, particularmente entre
MORENA, P.V.E.M., Y el Frente Amplio por México, PRI, PAN Y PRD, en la que se
perciben márgenes de victoria reducidos, lo que hará mas contingente el
resultado de las elecciones 2024.