La Paz, Baja California Sur.- El pasado domingo, comerciantes ambulantes y fijos se reunieron con la alcaldesa Milena Paola Quiroga Romero, para definir la situación sobre los puestos semifijos. Al respecto la primera edil señaló que todavía no se establece un acuerdo entre las partes para dar solución al “problema” y así, continuar con el plan de reordenamiento del Centro Histórico de La Paz.

“Lamentablemente no se llegó acuerdo, pero se avanzó mucho […] aquí, entre ellos mismos sabían que había irregularidades. Dimos tres semanas para que se pusieran de acuerdo y buscaran una propuesta factible. Lo único que se estableció fue que los puestos semifijos se ponen y se quitan, porque no son fijos, porque generaban problemas de inseguridad, mala imagen, etcétera”.

La presidenta municipal había mencionado con anterioridad que su administración, a través de la Dirección de Comercio planteó tres propuestas, entre las cuales destaca la extensión de la banqueta hacia el arroyo vehicular para colocar los puestos; la reubicación hacia una calle; y otra reubicación hacia un terreno, el cual se pagaría una renta por espacio, gasto que durante el primer año correría por parte del Ayuntamiento.

Sin embargo, dichas posturas fueron rechazadas al considerar que son poco factibles por la falta de publicidad y el desconocimiento de la ciudadanía, así como los riesgos que algunas representan por exponerse al paso vehicular.

Por lo anterior, sin dar una fecha concreta, Quiroga Romero aseguró que otorgaría un plazo extraordinario para que los comerciantes lleguen a un acuerdo definitivo que les beneficie, para posteriormente dar paso al proyecto de reordenamiento comercial en la zona.

“Aún falta concretar la acción que se va a hacer. Ellos están platicando una posibilidad. Lo voy a dejar en manos de ellos. Por nuestra parte veremos la manera de seguir impulsando y cumpliendo las normas y reglamentos, porque lo único que pedimos es que exista un orden”.

Ante la posibilidad de enfrentarse a un escenario donde no exista una solución tajante, la situación de los comerciantes ambulantes quedaría “en un limbo” que podría afectarles y, en consecuencia, la decisión final pasaría a manos del Cabildo, quienes definirían el destino de los puestos que se colocan sobre la vía pública.