• Los estados con mayor porcentaje de viviendas sin acceso diario al servicio de agua potable son: Guerrero (77%), Morelos (76%) y Baja California Sur (74%).
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Estado de México. - En México, una
queja constante es por la falta de agua potable, no falta la expresión de: “el
gobierno cobra puntual la factura, pero no responde cuando falla el
suministro”.
Los hogares en el país
desembolsan en promedio casi 137 pesos mensuales para estos servicios, es
decir, unos 1,643 pesos al año.
De acuerdo con un análisis del
Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), a pesar de que el 93.1% de
los hogares en México tienen acceso a un suministro entubado de agua potable,
tres de cada 10 viviendas (11.5 millones) no tuvo diario disponible el servicio
en 2022.
El estudio detalla que los
estados con mayor porcentaje de viviendas sin acceso diario son: Guerrero
(77%), Morelos (76%) y Baja California Sur (74%).
El centro de investigación
resalta el hecho de que, a parte de la tarifa mensual en el servicio de agua
potable entubada, algunas familias deben afrontar costos adicionales, tales
como la instalación de sistemas de purificación, así como la utilización de
servicios de abastecimiento mediante pipas.
Incluso, dice, recurren
al consumo de agua embotellada, en 2020, México lideró el consumo mundial
de este producto con una cifra de 282 litros por persona, cinco veces más que
el promedio global.
“La incertidumbre sobre
la calidad del agua hace que los mexicanos se vean en la necesidad de comprar
agua embotellada. A diferencia de países como Alemania, España, Corea del Sur,
Canadá, Estados Unidos y Chile donde es posible tomar agua directamente del
grifo”, detalla el estudio.
En
2022, en promedio un hogar destinó 62.4 pesos mensuales por concepto de agua
natural embotellada, por lo que a nivel nacional los mexicanos gastaron 28,100
millones de pesos en agua embotellada.
Para el IMCO es
necesario replantear los esquemas tarifarios en el país para mejorar el
suministro y la calidad del servicio de agua potable.
“El costo por el acceso
a ella debe equilibrar factores económicos, sociales y políticos. Mientras que
pagar tarifas elevadas puede afectar el bienestar de los grupos más vulnerables
de la población, tarifas demasiado bajas pueden perjudicar la infraestructura
para su acceso y, por ende, la calidad del servicio”, explica el think tank en
su reporte: El costo del agua en México: Un análisis de tarifas y de sus
impactos para la sociedad.
También
destaca que en México no todos tienen garantizado acceso al agua, pues con base
en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, 2.5
millones de viviendas carecen de acceso a agua potable entubada.
El IMCO pone sobre la mesa que
la definición de tarifas para el suministro de agua potable en México carece de
una metodología uniforme a nivel nacional, pues cada entidad cuenta con su
propia legislación relacionada con el uso del agua.
Entonces, la
determinación y aprobación de tarifas se lleva a cabo por parte de cada estado
en colaboración con los municipios correspondientes.
Las tarifas de agua
también varían entre usuarios residenciales, comerciales e industriales,
generalmente en relación con el nivel de consumo.
“Asimismo, existe una
disparidad en las categorías y rangos tarifarios entre los diferentes estados,
lo que complica la tarea de comparar los costos reales asociados al suministro
de agua potable a nivel nacional”, detalla.
El centro de
investigación precisa que las tarifas no reflejan el costo total del suministro
de agua potable, ya que los gastos no cubiertos por las mismas se compensan con
los subsidios que otorga el Gobierno Federal.
Entre 2019 y 2023, el
presupuesto promedio anual autorizado fue 2,100 millones de pesos en subsidios
para proveer agua a la población.
“En general, los
subsidios deben apoyar a las entidades y regiones más vulnerables. La
planificación y uso de los estos recursos requieren considerar principalmente
aquellas entidades con mayor número de viviendas sin acceso a agua potable, y
que además padecen un alto estrés hídrico por el aumento de las sequías, así
como aquellas que presentan mayor sobreexplotación del recurso. Esto promovería
que el diseño de tarifas sea proporcional y justo para los distintos sectores,
regiones y entidades”, propone el IMCO.