• Hidden Gem pone de manifiesto las intenciones de la firma canadiense The Metals Company, de realizar actividades de minería submarina en la Zona Clarion Clipperton, denunció
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Estado de México. - Activistas
de Greenpeace
México abordaron el buque minero Hidden Gem, fondeado en
la Bahía
de Manzanillo, Colima, para colgar una gran manta con la
leyenda: “Destructor del Océano”.
Con esta protesta, la
organización ambientalista denunció públicamente que el Hidden Gem pone de
manifiesto las intenciones de la firma canadiense The Metals Company, de
realizar actividades de minería submarina en la Zona Clarion Clipperton, entre
México y Hawaii, donde hay depósitos ricos en cobre, níquel, manganeso y otros
minerales de interés económico.
De acuerdo con Ruth Ramos, campañista
de Greenpeace México, estos nódulos tardaron millones de
años en formarse y se encuentran en el fondo marino, un área muy poco explorada
pero donde recientemente fueron descubiertas cinco mil especies marinas nuevas,
que ya se encuentran en peligro por los planes de esta industria.
Destacó que la actividad
minera en esta zona también representa un riesgo para México por su cercanía
con el área natural protegida del Pacífico Mexicano Profundo y el Archipiélago
Revillagigedo, que es Patrimonio Natural de la Humanidad.
Ruth Ramos señaló que los impactos de
la minería submarina incluyen contaminación lumínica y acústica, además de
descargas de sedimentos que podrían aumentar la turbidez en la columna de agua
y movilizar contaminantes, todo esto afectará la vida de muchas especies,
incluyendo cetáceos.
"En México la minería submarina
está prohibida (Artículo 20 de Ley Minera) y buscamos que también esté
prohibida en aguas internacionales. Los recursos minerales de los fondos
marinos en la Zona Clarion-Clipperton, donde The Metals Company planea extraer
minerales, se consideran 'patrimonio común de la humanidad', por eso debemos
asegurar la conservación y preservación de estos recursos naturales y
biológicos para las generaciones presentes y futuras", manifestó.
Agregó que no oponerse a la minería en
aguas profundas significa ser incongruente con el compromiso firmado
recientemente por México para proteger los océanos, por lo que el gobierno debe
dejar clara su postura contra esta actividad y apoyar una moratoria para la
industria.