• Castro Cosío contra Corruptos.
Hacer alusión a la corrupción,
es hacer alusión a la desvergüenza, al descaro y al cinismo, y afirmar que el
agravio se confabula en medio de complicidades y perversidades mientras el
rumor y la habladuría, se hacen presente en los cotidianos temas de café.
Y en este caso, todos quienes
optan por participar en la corrupción, son justamente desvergonzados,
descarados y cínicos.
Luego entonces y contrario a
eso, cuando por encima de todo está la honestidad y las convicciones, no se
pueden premiar ni los fracasos ni los errores, y mucho menos defender lo
indefendible.
Es decir, lo que ocurrió con
Rubén Muñoz Álvarez, quien dando tropiezos tras tropiezos y bandazos tras
bandazos fue llevando a una administración municipal hacia el abismo.
Y lo hizo porque se sentía
bien posesionado ya que su buena estrella política brillaba en todo su
esplendor, y sabía que allá arriba, aún quedaban premios para sus fracasos.
Es decir, no cavó su tumba
política como otros, pero sus proyectos sí se empolvaron.
Y fue por aquella buena
estrella que investido con su acostumbrada arrogancia y sin la más mínima
ética, dejó en el olvido la administración.
Y sus desaciertos lo mismo que
sus fracasos, allí quedaron intramuros. Pero qué más le daba, pues ya vendrían
otros para solucionarlos.
En fin, para refrescar la
entrega de hoy y nuestra memoria, recordemos lo que en aquel tiempo acusaron
notas periodísticas. Una de ellas decía: “más de 100 aviadores tenia Rubén
Muñoz Álvarez en su administración”.
Y la pregunta obligada es y
sigue siendo hasta hoy: ¿eso no es corrupción…?
Otra mala para este: durante
la última sesión de cabildo, el regidor Pavel Castro Ríos, cuestionó
severamente a Rubén Muñoz sobre el desvió de más de 38 millones de pesos.
Y en su calidad de presidente
de la Comisión de Obras Públicas y Asentamientos Urbanos solicitó la
intervención de la contraloría municipal para que se investigue el mal manejo
de estos recursos y se esclarezca si el presidente municipal tiene la facultad
de modificar acuerdos tomados por el ayuntamiento en sesión de cabildo.
Ya después, Pavel Castro Ríos,
lanzó estas interrogaciones: “¿Por qué hacer esto solo…? ¿Por qué omitir al
cabildo?”.
A todo esto, con gran descaro,
Rubén aceptó la desviación. Pero dijo que los recursos los había destinado al
pago de nómina. Cuya afirmación encierra un gran beneficio de la duda.
Pero en esa desastrosa
administración de Rubén Muñoz, se insiste sobre las herencias malditas, pues los
errores fueron muchos más, ya que para la posteridad deja deudas que superan
los 2 mil millones de pesos.
Y cuyas herencias malditas le
siguen causando serios dolores de cabeza a la alcaldesa Milena Quiroga Romero.
Lo cierto es que la
contraloría municipal tiene mucho qué hacer al respecto, como también las
comisiones unidas de transparencia y anticorrupción del Congreso del Estado.
Bueno, ojalá y la mentalidad
de los diputados no regrese a los tiempos priistas cuando la misma cobija
alcanzaba para tapar todas las corruptelas.
Pero vayamos a cosas más
agradables sobre el mismo tema.
Para ello, haré alusión a esta
expresión: “tenemos la obligación moral y política de recuperar la confianza de
todos los sectores de nuestra sociedad, es por ello que encabezaremos un
gobierno de Morena ajeno a la corrupción”.
Y más importante aún:
“promoveremos una iniciativa contra la corrupción, porque los últimos diez años
del prianismo fueron de saqueo a las arcas públicas”.
En efecto, estas fueron
expresiones de por Víctor Castro Cosío el jueves 27 de mayo de 2021.
Esa vez, al entonces candidato
a la Gubernatura de Baja California Sur por la coalición Morena-PT integrados
en Juntos Haremos Historia, los asistentes le plantearon la necesidad de tener
la plena certeza de que sea real el combate a la corrupción, pues ello se
refleja en el tema de la división de Poderes, ya que la nula gobernanza se
refleja en la falta del nombramiento del fiscal de corrupción y otras
autoridades.
Por eso, en aquel Segundo
Debate organizado por el IEE, y al firmar el “Manifiesto México” con
integrantes de la Coparmex, quienes fueron promotores de la campaña Participo,
Voto y Exijo, el candidato morenista destacó que al ser los empresarios parte
toral del desarrollo económico y social de las comunidades, será fundamental su
participación en la toma de decisiones, dando certeza así al Estado de Derecho.
Allí, Víctor Castro Cosío
estableció que uno de los puntos esenciales será ejecutar la obra pública de
manera transparente a través de empresas sudcalifornianas. Pues les dijo que
los empresarios merecen ser apoyados al ser generadores de empleos, con la
promoción de mayores opciones en apoyo a sus empresas y así reactivar de manera
total la economía.
También allí precisó que los
21 diputados llegaron a la XV Legislatura a trabajar en una misma dirección por
un Congreso transparente, por un gobierno sin corrupción, por un gobierno que
no de vergüenza, que no engañe, que no robe, que en verdad sea transparente.
Entonces, ojalá que las y los
diputados coincidan con la forma de pensar y las buenas intenciones del
gobernante.
Ya que de no ser así, todo
esfuerzo que haga Víctor Castro por atacar la corrupción, será en vano.
Cuestión de tiempo.