Estado de México. - El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que no se debe destruir la casa de la panista Xóchitl Gálvez porque “sería en contra” de sus “principios”.

“No, ni quemar libros, ni utilizar la picota, ni el marro para destruir nada y vernos como adversarios a vencer, como enemigos a destruir”, declaró este jueves durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.

“Nosotros no podemos, no debemos. Sería ir en contra de nuestros principios, hacer lo mismo, campañas de linchamiento”, agregó.

El mandatario reiteró que no cree en la Ley del Talión, que estipula “ojo por ojo, diente por diente”. En cambio, instó a buscar la conciliación.

“No vamos a responder de la misma manera”, señaló.

Esto después de que miembros del partido Morena en Ciudad de México exigió verificar y clausurar el conjunto habitacional en el que reside Xóchitl Gálvez, ya que afirman que se trata de una construcción ilegal.

Según el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) el lugar ubicado en Sierra Santa Rosa número 62 en la colonia Reforma Social, cuenta con Aviso de Terminación de Obra, pero no tiene el permiso de Uso y Ocupación, por lo que no puede estar habitado.

Ante esto, la coordinadora del Frente Amplio por México sostuvo que el inmueble se construyó en la legalidad.

“Yo solo compré, no soy la constructora ni muchos menos”, declaró conferencia de prensa desde el Senado.

La senadora argumentó que adquirió el inmueble en preventa y que un notario público revisó todos los documentos, para posteriormente obtener un crédito bancario donde nuevamente revisaron todos los papeles.

Asimismo, justificó que la legalidad de la casa también fue revisada por el Registro Público de la propiedad cuando se hizo la inscripción oficial.

A su vez, Mauricio Tabe Echartea, Alcalde de Miguel Hidalgo, donde se encuentra el inmueble, señalo que la construcción es legal, cuentan con manifestación de construcción y está dada de alta en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio.

“Todo está en regla”, apuntó.

Asimismo, reiteró que, en caso de cualquier irregularidad, no se amerita clausura o demolición, sino una multa económica, la cual se haría al constructor y no al comprador.