• Ante las afectaciones por el acercamiento del huracán 'Hilary', los ajustadores del seguro no pudieron hacer la evaluación de los daños.
Fotogalería
Estado de México. - Tres boyas
de la Zona Cero Tolerancia de la vaquita
marina fueron vandalizadas en un área de 288 kilómetros,
donde está la pesca y la circulación de embarcaciones, y el acercamiento
del huracán Hilary en la Península de Baja
California impidió que se pudiera hacer una valoración técnica y
económica del costo de reparación.
Los
ajustadores del seguro contratado por la Profepa e inspectores
federales no pudieron salir a navegar en el Alto Golfo de
California, donde la Secretaría de Marina (Semar), ordenó el cierre del
puerto, debido al mal tiempo.
Fuentes
consultadas por Excélsior informaron que tres boyas amarillas de las ocho
que delimitan el polígono, con valor aproximado de 150 mil pesos cada una,
tienen pintas, grafitis y balazos, además de que ya no cuentan con las luces de
estrobo, que con destellos permitían a las embarcaciones observarlas en la
noche, lo que podría ocasionar un grave accidente.
Se espera
que la próxima semana, el personal de la aseguradora pueda regresar para
levantar el reporte físico y cubrir los gastos de traslado y restauración
de las boyas que están identificadas con las letras A, B, C y D (primarias),
y con los números 1, 2, 3 y 4 (secundarias).
"Esta
situación que se presentó con las boyas, demuestra la falta de vigilancia en la
Zona de Cero Tolerancia, donde debería existir una presencia permanente de las
autoridades, para impedir la pesca furtiva que provoca la muerte de la vaquita
marina. Es tal el abandono, que desde hace un mes no se ve por ningún lado el
barco Caballito de Mar de Sea Shepherd, que supuestamente iba a cuidar la Zona
de Cero Tolerancia las 24 horas del día", denunció personal de la
Profepa.
Actualmente
en San Felipe, Baja California, en el hábitat de la vaquita marina, sólo
hay asignados seis inspectores federales de la Profepa, tres locales y tres
enviados desde las oficinas centrales, que eventualmente participan en el retén
que coloca intermitentemente la Conapesca, en el muelle oficial, para revisar
las redes y los permisos de las embarcaciones menores.