• A pesar del daño material en Mulegé, “Hilary” dejó amplios beneficios a BCS. • Las autoridades de protección civil respondieron a las necesidades de la población. • La temporada de huracanes concluye hasta el 30 de noviembre.
Con la presencia del huracán
“Hilary” se pusieron a prueba una vez más las instancias de protección civil de
la entidad que en esta ocasión, lograron superar las dificultades que se
observaron el año pasado durante la tormenta que afectó al municipio de Mulegé.
En esta ocasión, otra vez el
municipio de Mulegé cuyo ayuntamiento encabeza la panista Edith Aguilar,
resultó el más golpeado por los efectos de este huracán que desde el pasado
viernes ha mantenido en estado de alerta a toda la población sudcaliforniana.
Por fortuna este fenómeno dejó
grandes remanentes de agua que tanta falta hacía en la entidad, aunque los
daños materiales en Santa Rosalía y las comunidades de la zona pacífico norte
de este municipio mulegino resultaron con serias afectaciones materiales.
Desgraciadamente un hombre
falleció al tratar de cruzar un arroyo, pero en general se puede decir que el
saldo fue blanco en el resto de los municipios sudcalifornianos.
Definitivamente en esta
ocasión, comparado con las acciones de año pasado, fueron superados los
carencias de resolución efectiva que mostró el titular de Protección Civil Beny
García, por lo que ahora los trabajos de coordinación fueron encabezados por el
mandatario estatal a través de Héctor Julio Amparano quien recientemente se
integró al gobierno estatal procedente de la Comisión Nacional de Protección
Civil.
La instrucción del mandatario
estatal Víctor Castro para brindar mejores resultados se enfocaron en las
acciones preventivas que ahora estuvo mejor atendida y en la respuesta
inmediata administrativa financiera para obtener los materiales necesarios cuya
coordinación estuvo a cargo del subsecretario de administración Saúl González.
Habrá que observar ahora cómo
se atienden las necesidades materiales de pequeñas comunidades muleginas y
loretanas afectadas por este fenómeno por lo que ya se encuentran en esa región
personalmente el propio gobernador Castro Cosío y su equipo en coordinación con
las instancias de seguridad federal, estatal y municipal.
Obviamente bajar la guardia no
es una opción para las actuales autoridades de los tres niveles de gobierno
pues la presencia de “Hilary” es un aviso de lo que puede registrar esta
temporada de huracanes que vale la pena recordar estará vigente hasta el 30 de
noviembre, es decir para dentro de más de tres meses.
Afortunadamente quedó claro
que las instancias de seguridad coordinadas por el Consejo Estatal de
Protección Civil se activaron adecuadamente y quedó claro que por ahora las
acciones fueron más acertadas que las observadas el año pasado precisamente en
el municipio norteño de Mulegé.
Esperemos por supuesto que
para futuros fenómenos que pudieran registrarse en la media península las
autoridades de los tres niveles puedan reiterar esa responsabilidad demostrada
en esta ocasión de tomar todas las medidas preventivas y de resolución efectiva
que sean necesarias.
Nuestra solidaridad para los
ciudadanos afectados por este huracán y el reconocimiento para las autoridades
correspondientes que brindaron mejores resultados que los observadas el año
pasado.
Por supuesto el reto es
conservar la capacidad de respuesta de autoridades a la ciudadana en
situaciones de esta naturaleza que prácticamente todos los años están latentes.