• El Gobierno mexicano afirmó que la regulación cumple con el T-MEC y no tiene afectaciones comerciales, por lo que dijo que 'no coincide' con la postura de EU.
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Estado de México. - El Gobierno de
México afirmó que defenderá la prohibición de importación del maíz genéticamente modificado ante el
panel de solución de diferencias en el marco del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Esto después de que
Estados Unidos decidiera escalar sus objeciones a las restricciones impuestas
por el país latinoamericano a las importaciones y solicitara este jueves la
creación del panel.
En respuesta, la Secretaría de
Economía (SE) dijo en un comunicado que, tras conocerse la
decisión de Washington, México “no coincide” con la postura de
EU y afirmó que el país está preparado para defender su posición.
Asimismo, aseguró que
demostrará que “la regulación nacional es consistente con los compromisos
suscritos en el Tratado” y que “las medidas impugnadas no tienen afectaciones
comerciales”.
Washington alega que el
decreto de México que prohíbe las importaciones de este grano transgénico utilizado
en masa y tortillas para el consumo humano no se basa
en ciencia y viola sus compromisos en virtud del acuerdo comercial de América del
Norte, en marcha desde 2020.
En contraste, México
argumenta que el maíz biotecnológico perjudica a las variedades autóctonas y
puede tener efectos adversos para la salud.
Tras la solicitud de EU,
el siguiente paso será designar a los miembros que integren el panel y emitir
un calendario procesal. La SE estimó que la decisión final se dará a conocer
“en el transcurso de 2024”.
La defensa mexicana
estará respaldada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Consejo
Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y la
Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Si el panel falla a
favor de Estados Unidos y México no cumple con sus directivas, la oficina del
Representante Comercial (USTR, por su sigla en inglés) ganaría en
última instancia el derecho de imponer aranceles punitivos a los productos mexicanos.
La petición de enviar la
disputa a los árbitros se anuncia tras 75 días de consultas formales
solicitadas por funcionarios estadounidenses en junio para resolver las
diferencias entre los dos socios comerciales sobre el uso de maíz transgénico,
ampliamente producido por los agricultores estadounidenses.
México compra cada año a
EU este grano con valor de unos 5 mil millones de dólares, lo que convierte a
este país en su mayor socio comercial. La mayor parte de esas compras son del
amarillo genéticamente modificado utilizado para la alimentación del ganado.
Anteriormente, el
gobierno de México ha pedido la cooperación de Washington para realizar
conjuntamente una investigación científica sobre los efectos del maíz
transgénico en la salud, pero un funcionario mexicano de alto nivel dijo
a Reuters a
inicios de agosto que Estados Unidos se han negado.