• Frida Salgado Estrada, coordinadora del CJM, puntualizó que como parte de las acciones del Programa de Orientación y Prevención Infantil (POPI), se busca que alumnos, docentes, madres y padres de familia, tengan herramientas para poder evitar e identificar cuándo se cometa este tipo de delitos.
Con el objetivo de prevenir
las violencias, reforzar el manejo de las emociones y la cultura de la
denuncia, durante el mes de julio, el Centro de Justicia para las Mujeres
(CJM), colaboró en la concientización de 397 niños, niñas y adolescentes de
nivel prescolar, primaria y secundaria en el municipio de La Paz, sobre el
abuso sexual infantil.
Frida Salgado Estrada,
coordinadora del CJM, puntualizó que como parte de las acciones del Programa de
Orientación y Prevención Infantil (POPI), se busca que alumnos, docentes,
madres y padres de familia, tengan herramientas para poder evitar e identificar
cuándo se cometa este tipo de delitos.
El trabajo preventivo es
fundamental para fomentar la cultura de la prevención en la comunidad,
especialmente en las escuelas donde los niños, niñas y jóvenes son vulnerables
a ser víctimas de violencia, el cual se llevó a tres centros educativos, un
centro comunitario y a Casa Cuna-Casa Hogar.
Por su parte, Viridiana
Lucero, coordinadora del POPI, expresó que, desde muy pequeños, podemos enseñar
a niños y niñas conceptos vitales para desarrollar su capacidad de autoconocimiento
como forma de prevención, como lo es nombrar a cada parte del cuerpo por su
nombre correcto y reiterarles que su cuerpo es suyo y nadie tiene derecho a
tocarles.
Asimismo, dialogaron con 50
adultos, entre padres y madres de familia, así como docentes, se les enseñó que
la comunicación con los infantes es fundamental, por lo que es necesario
generar un ambiente de confianza y seguridad para que puedan expresar si les
ocurre algo que los lastime y que les permita saber qué es lo que está ocurriendo.
Finalmente, Salgado Estrada
informó que, derivado de estas pláticas, se logró la canalización de cinco
probables víctimas que durante la actividad, psicólogas especialistas
del POPI, detectaron que posiblemente vivían algún tipo de violencia.