• SNTE-Bribones-Justicia.
Un año y medio ha transcurrido
mientras en medio de ese escándalo iniciado por algunos bribones, los maestros
jubilados mueren esperando la justicia.
Sin embargo, a pesar de ello
hay ocasiones en que la justicia tarda, pero llega.
En efecto, con mi entrega de
este día hago referencia a ese presunto fraude ocurrido en la Caja de Ahorros
de la Sección Tercera.
Presunto fraude que por
consecuencia hoy por hoy hace cimbrar al SNTE y pone en la picota a ciertos
exdirigentes que de alguna manera se convirtieron en cómplices.
Y que quede claro aquí no
señalo ni a Mateo Casillas Ibarra, ni a Nicolás Gutiérrez Domínguez, a los
cuales les tocó en suerte estar en la dirigencia cuando sucedió el hecho, sino
a quien o quienes resulten responsables.
Hago mi aclaración en aras de
coincidir con lo que puntualiza Elmuth Dubth Castillo Sandoval, líder actual de
la sección tercera del SNTE, cuando dice que “no vamos a encubrir a nadie
independientemente de quién sea”.
Y es que, de cualquier manera
el más interesado en que se hagan las investigaciones es justamente Castillo
Sandoval, quien desde marzo de 2022 hizo acto de presencia en las instalaciones
de la Procuraduría General de Justicia del Estado y expuso el caso directamente
ante el titular Daniel de la Rosa Anaya.
Eran entonces 92 las carpetas
que concentraban igual número de denuncias las que el líder presentó.
Y ya con el tiempo, estas
aumentarían, como también brotaron y aumentaron las protestas de las y los maestros
que se sabían defraudados.
Desafortunadamente para los
denunciantes, justo en los meses posteriores, es decir entre julio y agosto se
presentó el periodo vacacional de la Procuraduría General de Justicia del
Estado, por cuya razón, las investigaciones debieron ser aplazadas durante ese
lapso.
Aunque dado el interés
demostrado por el titular Daniel de la Rosa Anaya, es de suponerse que en fecha
posterior el personal de la Procuraduría le echaría ganas dada la importancia
del caso por el elevado número de denuncias.
Pero, creo que tomando como
punto de partida esa importancia a la que hago alusión, se debió haber
designado un Fiscal Especial del caso.
Sin embargo, este último
comentario lo dejo al aire toda vez que en su momento en notas periodísticas se
dijo que desde el inicio de las investigaciones esa intención había surgido de
labios del propio Procurador de Justicia.
Aun así y a pesar de los
retrasos, es bueno saber que a estas el Ministerio Público expone ya las
pruebas de lo que se considera un fraude cometido por vivales en detrimento de
cientos de maestras y maestros jubilados.
Eso, me imagino que causa
aliciente entre las y los defraudados.
Sí, algún tipo de aliciente a
maestras y maestros que un día cifraron su confianza en sus iguales y que los
traicionaron.
En efecto, que vilmente los
traicionaron.
Como aquel acuerdo en lo
obscurito cuando un día de tantos, Mateo Casillas Ibarra, en su calidad de
líder de la Sección Tercera del SNTE, en común acuerdo con el encargado de la
Caja de Ahorros Lorenzo Perpuly, sin explicación alguna, acordaron sacar del
banco la inversión.
Así es, una inversión que de
cualquier manera generaba un buen interés para los centenares de agremiados a
la Caja de Ahorros.
Pero, ¿qué razón tuvieron Mateo
y Lorenzo para hacer este movimiento?
Pues, según se sabe, la
mancuerna de picaros nunca dieron una explicaron.
Lo cierto de todo es que se
quisieron pasar de listos.
Lo peor fue que tras esa
inexplicable jugarreta que aquellos fraguaron, el posterior dirigente, Nicolás
Gutiérrez optó por guardar un sospechoso silencio durante los más de cinco años
que estuvo al frente del sindicato.
Y no conforme con eso,
ratificó a Lorenzo Pérpuly en el cargo a pesar de que supuestamente debió haber
expandido su sentido del olfato para darse cuenta que algo olía mal al interior
de la caja de ahorros.
Mas, no lo hizo y hoy su
silencio, como consecuencia se antoja que está muy apegado a un contubernio.
Fue entonces, que tras ello,
se dejó venir aquella descapitalización en el fondo de ahorro que se registró
del 2013 al 2016.
Y justamente fue esta
descapitalización la que reconoció e hizo pública el propio Nicolás Gutiérrez
Domínguez, convirtiéndose por tanto, en también culpable de este presunto
fraude.
Bueno, al menos por omisión.
Pero en síntesis, es y será la
justicia la que tenga la última palabra sobre hechos tan bochornosos, y tan
lamentables como los que hoy nos ocupan.
Y por el momento lo diré a los
cuatro vientos:
Bien por la ocupación y
preocupación del actual dirigente Elmuth Dubth Castillo Sandoval, quien deja en
claro que no está dispuesto a permitir malas jugadas.
Cuestión de tiempo.