• Un tribunal declaró que el Tren Maya vulnera los derechos de la tierra y del agua, así como derechos de las comunidades indígenas.
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Estado de México. - Con
el Tren
Maya, obra insignia del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador,
México viola los derechos de la naturaleza y de la comunidad maya del sur del
país, lo que se considera un ecocidio y un etnocidio,
determinó el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza.
“El veredicto del Tribunal
destaca la violación de los derechos de la naturaleza y los derechos
bioculturales del pueblo maya, quienes han sido y continúan siendo guardianes
de su territorio, cenotes, cuevas, selvas, biodiversidad y cultivos
tradicionales. Se considera un crimen de ecocidio y etnocidio, y el Tribunal
responsabiliza al Estado mexicano”, reflejó el informe.
El Tribunal
Internacional de los Derechos de la Naturaleza es una
institución internacional creada por ciudadanos para investigar y difundir
violaciones de los derechos medioambientales.
En su veredicto, firmado por juristas, economistas y
ambientalistas internacionales, declara que el Tren Maya vulnera
los derechos de la tierra a ser respetada, a regenerar su biocapacidad y a
continuar sus ciclos vitales sin alteraciones humanas.
También el derecho al
agua como fuente de vida, a la salud integral y a
estar libre
de contaminación y desechos tóxicos, todos ellos
reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra.
El Tren Maya, que se
inaugurará en diciembre, ha estado rodeado de polémica durante toda su
construcción por las denuncias de destrucción de la biodiversidad del sur de México,
repleto de humedales, cenotes, ríos subterráneos y selva, y del patrimonio
cultural que todavía se conserva en la región.
La obra contempla 1.554
kilómetros de vía para un tren turístico, de carga y pasajeros locales en
los estados del sureste de México: Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y
Quintana Roo.
Ante los amparos presentados
por organizaciones ambientalistas, López Obrador declaró la construcción como
un proyecto
de seguridad nacional e interés público, medida con la que
bloqueó la información al respecto y las investigaciones sobre posibles
irregularidades.
Entre las principales
afectaciones reflejadas en el veredicto destacan la contaminación de acuíferos,
la deforestación -hasta 10 millones de árboles talados-, la extinción de flora
y fauna o la destrucción de cenotes.
Respecto a los derechos de
las comunidades indígenas, el Tribunal denuncia la falta de
consulta para que el Tren Maya atraviese sus territorios o la militarización de
la región para supervisar el proyecto.
El Tribunal pide al Gobierno
mexicano una auditoría independiente, en colaboración con
comunidades afectadas, para evaluar los impactos de la obra; reparar y
restaurar los ecosistemas afectados; y suspender la expropiación de tierras
ejidales.
El Tribunal entregará el
veredicto a López Obrador e instituciones como la Comisión Nacional de Derechos
Humanos México (CNDH); el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur); la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); y el Instituto
Nacional de Pueblos Indígenas (INPI).