Lo derecho es lo decente
Muy buenos días estimable
Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El
Independiente.
Inicio esta columna comentando
a Usted; Aunque muchas de las formas económicas emprendidas anteriormente
permitieron resolver algunos de los problemas más graves, los resultados, en
términos de crecimiento, reducción de la pobreza o distribución del ingreso,
han sido ciertamente desalentadores o al menos, no los esperados. Hoy para los
aspirantes a la Presidencia de la Republica de los diferentes partidos
políticos, les plantea nuevos desafíos acerca de lo que deben proponer para
promover una nueva generación de reformas que, sin deshacer lo andado concilien
“Democracia, desarrollo y equidad”.
¿Qué fallo? Hasta ahora, no
hay consenso acerca de los cuales son las razones que explican el hecho de que,
a pesar de la eficacia en la aplicación de las reformas, los resultados no
fueron los esperados, o por lo menos no del todo, la realidad es que, sin
reformas la situación habría sido peor; ya que en la actualidad existiera mayor
inestabilidad social, agravando la pobreza y la desigualdad. Por todo lo
anterior las y los aspirantes a la presidencia de la Republica tienen que
llevar en mente realizar acciones y esfuerzos por corregir hacia la
modernización.
En este sentido: próximos
gobiernos, deberán diseñar una nueva generación de reformas sociales y
económicas en donde el objetivo central sea aumentar las capacidades básicas de
los individuos, dotar a las sociedades de herramientas productivas y educativas
que les permitan: a) superar sus insuficiencias actuales, b) elevar sus
ingresos, c) mejorar la calidad de vida, y d) aumentar sus habilidades y
destrezas para poder incorporarse al mundo laboral, sin embargo; es importante
que las nuevas políticas económicas deban incluir mecanismos que atemperen las
fluctuaciones de los mercados, a través de un sistema de protección social que
proporcione en las épocas de recesión, una base de ingresos para los hogares de
las clases trabajadoras y de clase media, que mantenga un cierto nivel de
empleo y de apoyo fiscales dirigidos a asegurar al menos la escolaridad de las
y los niños, desde luego preservando la salud de las familias. Señoras y
Señores aspirantes a la presidencia de la República, pongan todo su empeño y
dirijan una nueva regeneración de reformas sociales y económicas en donde el
objetivo sea y que permitan superar las insuficiencias actuales, elevar sus
ingresos, mejorar la calidad de vida, reducir la pobreza y lograr un genuino
desarrollo equitativo y sostenible.
Concluyo: Para que el País
mejore su competitividad y el gobierno amplie la inversión social en educación,
salud, infraestructura y seguridad, es urgente contar con mayores recursos y
profundizar no solo en los retos derivados de las reformas estructurales
pendientes, sino en las nuevas que el corto o mediano plazo serán
indispensables.