• PAN se declara listo para competir a pesar de la pasividad y opacidad de su presidenta Lupita Saldaña. • El panista Rigo Mares y el priista Abimael Ibarra avanzan con sus respectivos esfuerzos con escaso apoyo partidista. • Mayor dinamismo y activismo político requieren PAN, PRI y PRD si buscan ser competitivos para las elecciones del 2024.
Partido Acción Nacional se
declaró listo para empezar a organizarse desde su interior para enfrentar el
próximo periodo político electoral que culminará con las elecciones del 2024 en
el que se renovarán alcaldías, diputaciones locales y federales, así como
senadurías y por supuesto la presidencia del país.
Pero con una dirigencia como
la que encabeza Lupita Saldaña, poco se podrá hacer si no hay un cambio de
fondo en su taciturna estrategia.
La mediocridad de la senadora
Saldaña Cisneros, reconocida ya por muchos actores políticos, debe hacerse a un
lado por quienes pretenden aspirar en serio a un cargo de elección popular.
Con dirigencias como la que
encabeza Lupita Saldaña, simplemente no se gana.
Valer decir, que hasta ahora,
entre los panistas, uno de los aspirantes más a la vista y que cuenta con mayor
presencia ciudadana, es justamente el diputado local Rigoberto Mares quien
aspira a la presidencia municipal y que a la par del priista Abimael Ibarra que
pretende la misma posición, mantienen viva la posibilidad de una alianza
competitiva.
Pero definitivamente tanto
desde el interior del Acción Nacional como del resto de los partidos que
conforman la llamada alianza opositora, es decir el PRI y el PRD, tendrán que
tomar muy en cuenta el bajo nivel de competencia que ya a estas alturas
representa la senadora Lupita Saldaña.
Algo tendrán que hacer al
respecto más allá de quejarse en corto con sus respectivos equipos.
Por supuesto poco le ayudan a
esa escasa capacidad de convocatoria, como ya lo hemos señalado, los
legisladores federales Marco Almendáriz Puppo y la diputada Sonia Murillo que
han tenido una labor desde la oposición realmente muy tenue, demasiado apacible
y complaciente para ser llamada oposición.
Obviamente con esa actitud
pasiva y de cierto grado de conformidad, que no exige ni levanta la voz ante
las polémicas decisiones del gobierno federal morenista, será muy complicado
establecer una propuesta electoralmente combativa que remonte la derrota
registrada en el 2021.
Así lo que lo expresado por la
dirigencia estatal del PAN sobre su supuesta intensificación de actividades
proselitistas, aún está por verse, debe ir más allá de una simple declaración a
medios de comunicación.
Definitivamente con lo
realizado hasta ahora, no es suficiente.
Luego de las acciones de los
morenistas, que está claro están decididos a repetir su victoria electoral del
2021, será necesario que desde la oposición la dinámica cambie si es que en
efecto se pretende alcanzar una convocatoria social que les permita regresar a
la senda del triunfo.
Para desgracia de los panistas
y preocupación de los integrantes de la alianza partidista, requerirán de
sacudir la actitud taciturna de Lupita Saldaña que parece solo estar preocupada
por sus percepciones económicas quincenales que recibe en el Senado.
Rigoberto Mares y Abimael
Ibarra han trabajado intensamente en el municipio de La Paz, sin mayor apoyo de
sus respectivas dirigencias partidistas, pero se requiere hacer algo más que
eso, sobre todo en el resto de la entidad donde los panistas y priistas tienen
activos importantes en los municipios de Mulegé y de Loreto.
Obviamente todo puede cambiar,
pero hasta ahora que esta evidente necesidad de intensificar la labor del
partido azul, parece estar dentro de un grado de conformidad con el que
difícilmente pueden hacer propuestas verdaderamente convincentes.
Los aspirantes a candidaturas
tendrán que seguir haciendo su respectivo esfuerzo desde sus trincheras
particulares antes de que la pobre labor de la dirigente panista los arrastre.
Están a tiempo, pero alguien
tendrá que ponerle el cascabel al gato.