• Cuentas claras.
Usted amable lector, no me
dejará mentir, pero en todo el estado persiste un extraño silencio sobre el
desempeño que han tenido exalcaldesas y exalcaldes.
Y que quede claro, no pretendo
hablar aquí de subterfugios, ni untadas, ni tapaderas, sino que he de llegar a
la conclusión de que fueron muy honestos, que nadaron en ríos de virtudes y con
sus aureolas colocadas surcaron los cielos sudcalifornianos como inocentes
angelitos.
Y si tomamos en cuenta que hoy
por hoy no se perdonan corruptelas, pensemos que las y los diputados aún están
echando números para deslindar responsabilidades y en su caso dejar un
precedente al sentar en el banquillo de los acusados a quien sea necesario.
Pero, desglosando municipio
por municipio recordemos que en el caso concreto de Rubén Muñoz Álvarez, en el
último informe del Ayuntamiento de La Paz que rindió el edil suplente, Pilar
Eduardo Carballo Ruíz, reveló que deja un déficit de 2,300 millones de pesos.
A su vez, el organismo Cómo
Vamos La Paz, dijo que la administración de Rubén Muñoz registró un “incremento
preocupante” en deudas de agua potable para el consumo industrial que dejaría
la deuda más grande para ese Ayuntamiento, pasando de 15 a más de 40 millones
de pesos. Es decir que casi triplicó la deuda existente subiendo 168 por ciento
más en la administración de Rubén.
En un comparativo dice que el
gasto de combustible que utilizó el Ayuntamiento de Esthela Ponce fue de
1’117,945 pesos, con Armando Martínez ascendió a 1’610,365 pesos, y con Rubén
Muñoz aumentó a 1’799,853.40 pesos, y anota que el gasto de energía eléctrica
también sufrió “incremento considerable”, ya que con Esthela Ponce fue de
3’651,443 pesos, con Armando Martínez de 4’627,839 pesos, y con Rubén Muñoz
llegó a los 6’309,384, 35 pesos. Esto a pesar de presumir instalación de
paneles fotovoltaicos en el estacionamiento de palacio municipal.
Asimismo, en una nota
investigada por Rodrigo Rebolledo Ramírez publicada el 20 de agosto de 2021 en
diario El Independiente especifica que en solo 3 años, Rubén Muñoz aumentó la
deuda publica en 422 millones de pesos.
Al respecto nos deja buen
sabor de boca saber que en su momento, la alcaldesa Milena Quiroga Romero
prometió: que la administración de su antecesor será auditada conforme lo
indica la ley.
En cuanto a Los Cabos, la
entonces alcaldesa Armida Castro Guzmán, aventuró que dejaría un gobierno en
orden, seguro y sin deudas.
Sin embargo, en Octubre 2018
denunció que su antecesor Arturo de la Rosa dejó una deuda millonaria y que:
“se llevó hasta las tazas del baño de algunas oficinas. Apenas hicimos el
recuento de los daños, literal, hay oficinas donde los baños están reventados,
quitaron las tazas”. Y dijo que también se encontraron camiones recolectores de
basura que carecían de batería y llantas.
En el caso de Comondú, un velo
negro cubre al exalcalde Walter Valenzuela Acosta luego de que en octubre de
2021 compareció ante un juez por denuncia interpuesta en 2019 por amenazas públicas
en contra de un periodista, y antes, en septiembre de 2021, Valenzuela fue
nombrado representante de BCS ante la “ONU”, y su foto ya aparecía en el
organigrama, pero de la Orientación en las Naciones Unidas de Derechos Humanos
y Desarrollo Social A.C., colectivo que promovió casas para los habitantes del
municipio.
Se dijo entonces que esa
Asociación Civil cobraba 18 mil pesos a personas que deseaban obtener una
vivienda y no pueden acceder a algún tipo de crédito, y a cambio prometía
financiar viviendas. Sin embargo la gran mayoría, ya lo ven como un fraude tras
de que nadie recibió una vivienda, y luego de que la conexión con este Programa
fue el Edil de Comondú, quien en un mensaje confirmó que fue él quien gestionó
para que más de 700 familias pudieran adquirir una vivienda.
Respecto a Loreto, Arely Arce
Peralta, exalcaldesa, pasó como la caca del gavilán, es decir sin pena ni
gloria. Donde el único y penoso antecedente es del ex alcalde Yuan Yee
Cunningham, cuyo caso revivió la Fiscalía General de la República al ser
acusado de daño patrimonial por un millón 807 mil 853 pesos con 48 centavos del
ejercicio fiscal de 2009 cuyo recurso etiquetado era del Fondo de Aportaciones
para la Infraestructura Social Municipal. En pocas palabras la orden de captura
del ex alcalde de Loreto, Yuan Yee, continúa vigente y sin ejecutarse.
En lo que concierne a Mulegé,
la alcaldesa Edith Aguilar Villavicencio dijo: “recibimos un Ayuntamiento con
una situación financiera muy compleja. En las primeras revisiones encontramos
adeudos de nómina de más de 42 millones de pesos; sin contar las deudas a
proveedores, ISSSTE, FOVISSSTE, CFE, FONACOT, BANOBRAS, entre otros conceptos”.
Y manifestó que la Tesorería aún revisa todas cuentas, por lo que después dará
a conocer lo que resulte, denunciando además que ellos llevaron a cabo el
proceso de entrega-recepción ya que el expresidente Felipe Prado Bautista no
realizó los debidos procesos dejando además el Ayuntamiento sin energía
eléctrica. “No nos entregó él en lo personal, como se ha hecho durante muchas
administraciones”, aclaró.
Sin embargo, quizás para
desviar la atención, Felipe Prado también colocó otro velo negro cuando al día
siguiente de dejar la administración se le pasó el alcohol, y fue protagonista
de un accidente en Guerrero Negro donde hubo 2 lesionados. Los hechos
ocurrieron a las 3:00 de la mañana en el bulevar Emiliano Zapata, cuando la
camioneta GMC Denali, modelo 2021 que conducía Prado colisionó fuertemente la
parte trasera de un carro compacto Honda Civic color negro modelo 96.
En síntesis, hago acotación de
este asunto, por el contenido de abuso, de burla y de escarnio cometidos por
anteriores ediles y que hasta hoy pudiera dormir el sueño de los justos en la
“congeladora” del Congreso del Estado.
Sin embargo, en el grueso del
pueblo de Baja California Sur, todavía permea un poco de esperanza cuando saben
que, al menos hasta hoy, no se han declarado inocentes sobre este particular.
Y es que al pueblo no solo le
robaron su dinero, sino que hicieron escarnio de su dignidad, de su orgullo, de
sus principios, y bajo la escafandra de seres despreciables antepusieron su
soberbia y su arrogancia.
Es pues, una gran tarea la que
tienen las y los diputados si es que realmente quieren cumplir su compromiso de
entregar buenas cuentas al pueblo.
Cuestión de tiempo.