• Con permiso para usurar
La mayoría de los Usureros van
por allí volando bajo, saturando con su nefasta propaganda de prestamistas los
postes de las calles, camuflageados como los buitres.
Así es, vuelan bajo en los
cielos de sudcalifornia. Y lo hacen, no para atacar la carroña como lo hacen
estas aves, sino para saciarse con la sangre inocente de los seres vivos.
Llámense prestamistas,
empresas financieras, casas de empeño, Etc., todos y todas han permanecido y
siguen permaneciendo insertos en una muy larga lista de ventajistas usureros,
ante la complacencia de legisladores locales quienes no han levantado su dedo
para señalar, criticar o censurar y al menos frenar un poco los abusos que
aquellos cometen.
Todo esto a pesar de saber que
estas personas o empresas están aprovechándose de la necesidad de muchos. Pero
las diputadas y los diputados prefieren seguir sentados en la curul de la
guasa, de la dieta, de la buena paga, de la vacilada, del aguinaldo, del “aquí
no pasa nada” y del importamadrismo, que al fin y al cabo es lo más cómodo.
Y por supuesto que no deja de
ser la postura más cómoda muy a pesar saber que muchos de estos usureros ni
siquiera cuentan con el permiso oficial para usurar.
Lamentablemente, la totalidad
de estos agiotistas, han tapizado con subliminales “recaditos” los postes de la
ciudad ofreciendo su mezquino “trabajo” sin importarles si en sus garras caen
los jóvenes que aun prestan sus servicios en las instancias oficiales, o bien
si se trata de personas de la tercera edad quienes hoy apenas medio viven con
la pensión que reciben. Porque simplemente a todos ellos dedican sus
“mensajes”.
Otros tantos de estos
agiotistas, han especulado de diversas maneras en ese afán de desarrollar
mejorar esa rapacidad hormiga que practican, especialmente ofreciendo –frente a
sus competidores-- el cobro de menos intereses económicos por sus préstamos.
Pero todos siguen haciendo su modus vivendi de la ambición, de la ruindad, de
la avaricia, abusando de la gente jodida y lucrando con la necesidad de los
pobres.
Y vale decir que la avaricia
de estos prestamistas no tiene para cuando acabar, pues vale hacer hincapié que
tienen también sus presas cautivas, justamente hacia donde enfocan sus
baterías; especialmente dentro del sector oficial, llámense estatal, federal o
municipal, desde donde un 90 por ciento de la burocracia ha caído en sus garras
y por cuya razón, el resultado total de lo que les llega en sus cheques, es de
apenas unos pesos. Y todo ante la complacencia de las autoridades que lo
permiten, y de los legisladores que no hacen nada para evitarlo.
Y vamos más allá todavía al
asegurar que estas personas o empresas realizan su “trabajo” incluso sin
importarles los viejos, los débiles, los indefensos. Esos a quienes
precisamente las fuentes oficialistas los definen como personas vulnerables,
digamos, los jubilados y pensionados o los minusválidos, a quienes por supuesto
que también –los usureros— se disponen a joderlos.
Una carrera con salida, pero
sin meta, la que emprenden los usureros quienes sin importarles el daño que
puedan causar, solamente van en pos de la utilidad, sin importarles nada más.
Agiotistas miserables que han
hecho del “préstamo”, una nueva y fácil manera de estafar, y una de las mejores
formas de participar en la mezquindad. Y quienes en general, han hecho de esta
práctica su modus vivendi.
A quienes, incluso, les vale
madre si es un delito la usura en México. Y escribo esto porque según el
artículo 306, fracción IX del Código Penal, establece que comete delito de
fraude: "El que, valiéndose de la suma ignorancia, notoria inexperiencia,
extrema miseria o necesidad de otro, obtiene de éste ventajas usurarias por
medio de contratos, convenios o documentos mercantiles o civiles…”.
Peor aun importándoles muy
poco el posible castigo divino, si tomamos en cuenta que ciertamente está
plasmado en la Biblia, donde Éxodo 22:25 dice: "Cuando prestares dinero a
uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como
logrero, ni le impondrás usura".
O bien, como lo señala en
Levítico: 25:35-37 que a la letra advierte: "Y cuando tu hermano empobreciere
y se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá
contigo. No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y
tu hermano vivirá contigo. No le darás tu dinero, a usura, ni tus víveres a
ganancia".
Pe todo les vale un comino. Y
les vale un comino porque no dejan de ser hematófagos que actúan como vampiros
o garrapatas esos que desangran inocentes.
Si, esos comparados con las
sanguijuelas que atacan y sangran, como lo hacen los piojos, o las chinches.
Y ya para acabar con este tema
tan sangrante, debo interrogar:
¿Qué pasa con la Ley para
proteger a las víctimas de la usura?
Ley que incluso dice que esta
práctica se ha tornado perniciosa y a la fecha resulta incalculable la cantidad
de dinero que circula mediante operaciones marginales que causan perjuicio al
erario público, tanto porque rara vez son reportadas, como porque al provocar
la ruina de sus contrapartes impiden la generación de la riqueza.
Y preguntaré también ¿Qué pasa
con el Fondo de Protección a las Víctimas de la Usura?
Porque en esta última parte ya
se habló de la creación de un fideicomiso del Gobierno Federal, el cual tendrá
por objeto proceder a la reparación del daño o indemnización por daños y
perjuicios, fijada en sentencia.
En síntesis, que bien que se
haga valer esta ley que castiga a quien valiéndose de la ignorancia o las malas
condiciones de una persona, obtenga de ésta, ventajas usurarias por medio de
contratos o convenios en los cuales se estipulan réditos o lucros superiores a
los usuales en el mercado.
Cuestión de tiempo.