El primaveral mayo y sus gloriosos días a festejar, despide al día del niño y sigue con el 1º. de mayo, el 3, el 5, el 10 de las madres, el 15 del maestro, 23 del estudiante, y el 31…
Aunque yo haya sido profesor, maestro docente, pienso que con estas valoraciones por el “Día del maestro” no me afecta como “autoalabanza” el publicar nuevamente sobre el maestro en y por su día- tal como lo he hecho en los recientes años- casualmente cuando se conjuntan en este mes de mayo las principales fechas a conmemorar (para el caso, de personas), partiendo del día del niño (que mayo lo despide), de la madre y del maestro, independientemente de esos otros días patriosociales (como el 3 y 5); así que hoy pondré al maestro, al profe, como algo referencial en función de nuestro confuso e incierto presente pandémico que tanta afectación ha hecho en todos los rubros y temas humanos y materiales, porque además de lo esencial: la salud, la economía, la seguridad social, está el de LA EDUCACIÓN. Partiré pues de la “trilogía obligada”, ¿por qué digo trilogía? pues simplemente porque estas tres figuras-niño, madre-padre y maestro, por naturaleza y estructura desde siempre han estado ligadas o correlacionadas entre sí en la educación formal en una nación, en una familia y en la sociedad en general, y así, son figuras de las más celebradas, festejadas (y en su caso veneradas) socialmente y en particular en nuestros tradicionales "días del niño, de la madre y del maestro”. Así entonces…
Para comenzar, les diré que los maestros sudcalifornianos casi desde siempre o poco más de un par de sexenios para acá, SE HAN DISTINGUIDO por obtener los más altos porcentajes nacionales cuando han realizado el Examen Nacional de Conocimientos, Habilidades y Competencias Docentes, etc. Eso es por un lado…
pero por otro, tenemos otras valoraciones como ésta que me llegó que el autor tituló: “CARTA A UN PROFESOR”; dice así…"Hoy tuve que hacerle una excusa a mi hijo para el profesor, ya que faltó porque fue al médico. Evidentemente inicié el escrito con un "Estimado Sr. profesor". Cuando mi hijo lo leyó se quedó pasmado y me preguntó por qué escribía una simple excusa con tanta corrección, ya que solamente era para el profe. Y añadió: "Ni que fuera el presidente de la República ". Y le respondí: Querido hijo, posiblemente, un maestro es una de las pocas personas en este mundo a las que debes respeto, ya que de él depende que en el futuro seas una persona educada y con conocimientos. De él dependen, también, los presidentes y cualquier otra profesión. Por sus clases han pasado todas las personas que nos encontraremos en nuestra vida. Presidente puede ser cualquiera, como puedes ver en los últimos tiempos, y MAESTROS VERDADEROS sólo pueden ser unos pocos, únicamente los dispuestos a llevar una vida de entrega y esfuerzo, inculcando valores y conocimientos al bien más preciado de un padre: SUS HIJOS.
“Todos los días le cedo mi puesto al maestro durante gran parte del día, para que colabore con tu educación, pero JAMÁS permitiría que el presidente de un gobierno lo hiciera, porque a un presidente de cualquier gobierno, le importa poco tu educación personal". Me miró sonriendo y me dijo: "Tienes razón".
Es por eso, que le demuestro respeto y afecto, concluí.
Cuando era niño, las clases comenzaban en septiembre, descansábamos en Semana Santa, navidad y año Nuevo, y el año Escolar terminaba en junio. Había algo raro también: los maestros no se enfermaban, no recuerdo que los maestros faltaran dos días seguidos. Si el maestro te regañaba, no te convenía decir nada en tu casa, porque seguro te volvían a regañar y de paso un castigo. Ni la lluvia impedía faltar a la escuela, porque era como tu segunda casa, daban ganas de ir. (Y regresar a casa empapado de agua de lluvia era un gran placer). Al maestro se le respetaba, era como si te regañaran tus propios padres.
Por otra parte, los recreos eran divertidos, nadie andaba pensando en hacer cosas indebidas.
Los maestros tomaban café en la cafetería o en la dirección y nos cuidaban en el patio. Era un honor llevar y traer los libros del profesor, buscar el mapamundi en la dirección o biblioteca, pedir gises o tocar el timbre. Cuando nos daban la carpeta de asistencia de maestros para llevarlo a los salones, era un verdadero honor. Si pedíamos permiso una vez para ir al baño, teníamos que volver a la mayor rapidez posible. Nos turnábamos para borrar el pizarrón y sacudir los borradores y también era un honor llegar temprano; así como cuando estabas en formación en los honores a la Bandera y que mencionaran tu nombre para salir al frente y que te colocaran la banderita. Qué alegría enorme era contarle a Mamá "izamos bandera " y llegar con la bandera colgada con un ganchito, puesta en la camisa.
Que divertido era Jugar pelota, saltar la cuerda, el quemado, al trompo, canicas y tomar distancia en la fila. Nos enseñaban que Colón descubrió América y que Miguel Hidalgo fue el Libertador...era un reto aprender sobre la historia de México y el mundo...Hoy muchos jóvenes no saben ni el significado de la palabra "bicentenario"...No sé cuándo el aprender historia pasó a un segundo plano, no sé cuándo los maestros comenzaron a enfermar, para necesitar un remplazo y el remplazo otro suplente..., desde cuándo los padres golpean a los maestros o desde cuándo los mismos alumnos sacan su furia contra ellos. Cuando fue que revisar las cabezas, el corte de cabello, uñas, ausencia de maquillaje en las niñas, el largo de la falda y el estado del uniforme en general, pasó de ser un acto de salubridad a una discriminación. Cuando un acto patrio, sólo fue un día feriado...No sé cuándo se perdió la Escuela como institución, cuándo se perdieron los valores, el respeto a los maestros como ejecutores de enseñanza. Perdón señores, pero si esto es progreso, que atrasados andamos.
* HORARIO.-SIN EMBARGO, AHORA Y SIEMPRE QUE ¡VIVAN LOS MAESTROS/AS!! QUE NOS FORMAN.
* Cierro entonces con sólo algunos ofrecimientos de frases y pensamientos enviados a profesores.
* Dejamos el aula mas no la vocación, porque ser MAESTR@ ha sido maravilloso ya que al transcurrir de los días siempre algo o alguien nos recuerda lo que hicimos en el aula, en la escuela, en la comunidad. Felicidades por esos bellos momentos que hoy gratifican tu vida. (Profra. Lupita T. Geraldo).
*A aquellos maestros merecedores de este reconocimiento, mis respetos a su tiempo y esfuerzo por los demás, todavía existen, pocos, pero existen, son un arcoíris de conocimientos y enseñanza! (Una Sra. ex alumna mía…). * Recordando siempre, y más en este día especial, a aquellos formadores de generaciones, maestros, amigos y padres, dentro y fuera de un salón, tus hijos, amigos, y sobre todo tu Esposa, Padre, te recordamos con cariño y con respeto, el que supiste transmitir a tus alumnos dentro y fuera de un aula escolar. FELIZ DÍA MAESTRO!! M.O.V.A. 1936-1997.