• Datos del INEGI revelan que 58.2 por ciento de menores usuarios de internet, de 12 a 17 años, experimentó una situación de ciberacoso.
Ciudad de México.- Por el tiempo que pasan conectados a Internet y los datos
personales que comparten, niñas, niños y adolescentes pueden estar más
expuestos a ser víctimas de ciberacoso, advierte el Instituto Nacional de
Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
En México, hay 88.6 millones de internautas; del total, 10.5 por ciento
son menores de entre 6 y 11 años, y 13.6 por ciento, de entre 12 y 17 años, de
acuerdo con datos del 18º Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet
en México, de la Asociación de Internet MX.
Se estima que niñas y niños de 6 a 11 años se conectan a Internet 3.2
horas diarias en promedio, en tanto, los de 12 a 17, 5.5 horas; justamente, datos
del Módulo sobre Ciberacoso 2021 del INEGI, revelan que 58.2 por ciento de la
población de este último rango de edad experimentó una situación de ciberacoso.
Ante este escenario, y dado que el periodo vacacional amplía la
posibilidad de que niñas, niños y adolescentes pasen más tiempo conectados a la
red, el INAI emite las siguientes recomendaciones, dirigidas a padres,
madres y personas educadoras para evitar el ciberacoso de menores:
Supervisión parental. Involucrarse en el uso que hacen niñas, niños y adolescentes de
las redes sociales como una medida de prevención, con respeto a la privacidad y
al interés superior del menor.
El poder de la red. Informar
a personas menores de edad que la información que se publica en internet se
propaga velozmente; por ello, es importante establecer configuraciones de
privacidad a fin de controlar quién tiene acceso a su información personal.
Límites claros. La
interacción, a través de redes sociales, debe ser con personas conocidas;
evitando aceptar como amigos a quienes no se conoce en persona.
Cuidar su privacidad. Fomentar el uso de cuentas privadas en redes sociales. Es
importante que no compartan información sensible (imágenes íntimas o
comprometedoras, contraseñas, geolocalización, mensajes que pudieran
perjudicarles, etcétera).
Proteger su dispositivo electrónico. Fijar una contraseña segura o método de desbloqueo de la pantalla,
y establecer configuraciones seguras para aumentar la protección de los
menores.
Educación digital. Localizar
y analizar recursos existentes como películas, notas informativas, casos reales
en los medios de comunicación, que ayuden a orientarles sobre los riesgos que
corren en internet, cuando no se toman medidas de seguridad. Los padres, madres
y personas educadores deben estar informados y empoderados para apoyarlos en la
protección de sus derechos, respetando sus mejores intereses.
Cambios de conducta. Vigilar
cualquier cambio de conducta repentino que no sea común en las y los menores.
Muchas de las veces estos cambios pueden estar relacionados en la etapa de la
adolescencia; sin embargo, hay que estar alerta de conductas inusuales.
Consentimiento. Consentir
el uso de redes sociales y el acceso a plataformas de internet, de acuerdo con
su edad y nivel de madurez.
Confianza. Generar
espacios que fortalezcan la comunicación entre menores y adultos para
facilitar, en su caso, la detección de algún problema.
Acciones como éstas, ayudarán a que niñas, niños y adolescentes estén
mejor informados y detecten con mayor facilidad cualquier ataque o acoso en la
red.