Lo derecho es lo decente
Muy buenos días estimable
Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario “El
Independiente”.
Inicio esta columna comentando
a Usted; la lucha social del año de 1810 fue por la independencia, la soberanía
y el nacionalismo, aparece así el primer afluente que daba lugar al Estado
mexicano.
En el año de 1857 fue por el
liberalismo Constitucional, que se propuso culminar las batallas contra las
sobrevivencias del antiguo orden colonial; consolidar hacia el interior, la
soberanía del Estado frente a los poderes facticos que le disputaban el dominio
o impedían la universalidad de la Ley sobre fueros e intereses particulares.
Surge ahí la gran conquista del Estado laico y se crean las condiciones para
que el ciudadano pudiera manifestarse libre de tutelas en la vida de la
República, y conformar la sociedad civil con su caudal de iniciativas y
libertades.
Este es el segundo gran
afluente del Estado Mexicano. La lucha social de 1910 conforma el Estado
urgente, cuya característica es la síntesis de las afluentes de 1810 y 1857,
que amalgamaron los afanes de la independencia, soberanía, nacionalismo y liberalismo;
también sumo por primera vez en el mundo las reivindicaciones sociales de
campesinos, obreros, e indígenas. La constitución de 1917 culmina ese ejercicio
integrador para dar lugar al Estado Mexicano, con los rasgos que le son
propios. Ahí se conjugan de manera inédita, la soberanía con el dominio de los
recursos naturales y la propiedad originaria de los bienes de Nación; entre
democracia y justicia social. México sorprende al mundo con un arreglo de
vanguardia, expresado en la Constitución y en su Estado.
Bajo este contexto: el Estado
que surge en 1917 carecía de una fuerza política organizada para hacer realidad
los postulados y el idearlo que se había forjado a lo largo de la Revolución
hubo que transcurrir una década de lucha por el poder en circunstancias que
desenvolvían con la amenaza de la inestabilidad. Los hombres fuertes resolvían
las disputas con instituciones en incipientes vías de consolidación. Fue en ese
entonces que el Partido Nacional Revolucionario (PNR) surge en el año 1929 para
dirigir la lucha por el poder, darle cauce y asegurar su transmisión pacífica y
pugnar por la continuidad del proyecto revolucionario.
El PNR se asocia
deliberadamente a la doctrina de la Revolución y se asume como su interprete,
pero no hace de ella un proyecto totalitario que eliminara a los que diferían a
los que se oponían a ella, en este sentido la capacidad cohesionadora de PNR
como un partido de partidos que integra y asocia a los principales lideres y
fuerzas revolucionarias, le otorgo un dominio sin rivales de consideración;
ganaba con ello un diseño para la aplicación del proyecto Revolucionario que
impulso y legitimo su larga permanencia en el poder. Sin duda, siempre se
hubiera deseado hacer más y así alcanzar estados más elevados para la democracia
y el desarrollo social, pero el ejercicio de la política, si bien se inspira en
ideales y valores, se enfrentan a las realidades, resistencias y obstáculos que
limitan los avances, de tal suerte que la perseverancia en los altos propósitos
y el deseo de crear mejores posibilidades es lo que abre el camino.
Concluyo: el Estado Mexicano
es el resultado de las luchas sociales de la independencia, la Reforma, la
Revolución y hoy actualmente la Cuarta Transformación. Estas luchas permites
edificar la soberanía, rescatar los recursos naturales del País para usufructo
de los mexicanos, promover el desarrollo y la distribución equitativa de sus
beneficios, así como proporcionar una educación laica y gratuita, además
fortalecer las identidades locales y regionales en la unidad nacional.