Sobre una importante parte histórica de sudcalifornia: los primeros títulos de propiedad por el presidente Benito Juárez, tema presentado en un libro del Lic. Carlos Cruz González.
Quiero decirles, selectos lectores, que en estos últimos dos meses se habrán fijado que he publicados sobre la presentación de libros que en lo general tienen que ver con Baja California Sur, que precisamente por eso, por ser nuestra tierra y querencia, que algunas he presenciado y he dado a conocer por este medio, y cuando no, he acudido con el Lic. Sergio Ávila Romero pues además de ser colega amigo le ha tocado ser el presentador de varios de estos libros, que así él me pasa la información correspondiente, como es el caso de éste del pasado lunes 10 de abril, que fue presentado el libro escrito por el Lic. Carlos Cruz González: “Los títulos de propiedad de Baja California expedidos por Benito Juárez (1859-1861). La Intervención de Ulises Urbano Lassépas”.
Este evento se realizó en las oficinas de la Confederación Nacional Campesina (CNC) ubicadas en el histórico edificio que ocupó el antiguo hospital “Juan María de Salvatierra”, inaugurado el 14 de julio de 1890 por el jefe político, Gral. Bonifacio Topete. Cabe decir que, tal organismo es una organización de ejidatarios, comuneros, solicitantes de tierras, asalariados y productores agrícolas, fundada en agosto de 1938 en Guadalajara, Jal. Tuvo como antecedente el Comité Organizador de la Unidad Campesina.
ahí fue presentado el libro escrito por el Lic. Carlos Cruz González:
El secretario general de la CNC en el Estado, Jorge Ramírez Martínez, a nombre de la institución que tan atinadamente le fue conferida, agradeció la importante participación del autor Cruz González y, dio la bienvenida a la nutrida asistencia de más de 70 personas, interesadas en conocer los contenidos del libro a presentarse. Hizo saber que este acto se incluía en otros que la CNC estaba llevando a cabo, dentro del marco del 104 aniversario luctuoso del agrarista caudillo del sur, Gral. Emiliano Zapata, quien fue asesinado en la hacienda de Chinameca, precisamente un día como ese, 10 de abril de 1919.
Posteriormente, la Lic. Roxana Higuera Espinoza, secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI) leyó el curriculum vitae del autor; recordando con agrado que, tenía el gusto de haber laborado junto a él en algunas instituciones gubernamentales y, manifestó que Cruz González, aparte de ser un competente ingeniero agrónomo, también es licenciado en materia agraria y que, actualmente labora como catedrático en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), donde imparte materias relacionadas con la tenencia de la tierra.
En este relevante acto hubo dos presentadores del libro; el Lic. Domingo Valentín Castro Burgoin y, el Lic. Sergio Ávila Romero. El segundo de ellos, entre otras cosas dijo que “El personaje principal de esta obra es el ingeniero francés Ulises Urbano Lassépas, a quien los lugareños le confiaron 350 títulos de propiedad para que los presentara ante el Ministerio de Fomento en la ciudad de México, institución que los estaba requiriendo para su revisión, dando un plazo de seis meses, pues de no cumplirse con esa disposición, todos los terrenos de los bajacalifornianos serían apropiados por el Supremo Gobierno. Afortunadamente todos fueron debidamente ratificados por el presidente Benito Juárez; 222 el 31 de diciembre de 1859 y, los restantes 128 el 9 de marzo de 1861”.
Abundó: “Una de las frases del ilustre todosanteño Gral. Manuel Márquez de León dice: ‘Existe una providencia que vela por el bien de los pueblos’. Luego, entonces, bien pudiera pensarse que, a Ulises Urbano Lassépas le tocó encarnar a esa providencia, debido a la invaluable ayuda que brindó a nuestra gente en la ratificación de sus títulos de propiedad”. El otro de los presentadores, Lic. Domingo Valentín Castro Burgoin, después de sintetizar de manera amena el contenido del libro, agregó: “El nombre del ingeniero francés, Ulises Urbano Lassépas, quien de manera tan profesional presentó y defendió con sabios argumentos aquellas 350 concesiones de terrenos ante las autoridades de Fomento, al igual que los nombres de otros grandes hombres valiosos de nuestra media península, sería de justicia verlos en letras grandes en algunas instituciones oficiales, lo mismo en espacios de tipo social…”
Finalmente, el autor el Ing. Carlos Cruz González, envió un grato saludo a todos los asistentes; expresando que las investigaciones para escribir su libro le habían llevado más de 15 años y que, era su deseo fuese de gran utilidad a la comunidad agraria estatal, a estudiantes de la licenciatura en derecho de las universidades locales, a sus compañeros abogados agrarios, a las diversas instituciones gubernamentales y, también a los actuales propietarios de terrenos rústicos de nuestra región.
Relató el caso sobre un histórico terreno, que a todos los sudcalifornianos debiera resultarnos muy interesante, es decir que, el título de propiedad #214, de los que fueron ratificados por Benito Juárez, le había sido concedido el 25 de junio de 1811 al Sr. José María Sandoval, con una superficie de 7,022-44-00 hectáreas; tal predio tenía por nombre “LA PAZ”. Los linderos empezaban a partir de “La piedra cagada” (SIC), ya inexistente, que se encontraba iniciando el mar frente al cerro de “La Calavera”, con rumbo a un punto impreciso en el arroyo “El Cajoncito” y, de ahí también en línea recta hasta colindar con el predio “Los Bledales”, cerrando en una mojonera entonces situada en la orilla de la bahía, junto al palmar que existía sobre la hoy calle Sonora, barrio “El Manglito”. ¡Esta superficie corresponde a donde actualmente se asienta la mayor parte de la ciudad de La Paz!
El autor contestó varias preguntas del público, relacionadas con problemas de colindancias de algunos terrenos rústicos de sus respectivas propiedades, orientando a esos interesados de qué manera pudieran resolverse tales asuntos. Al término de este interesante acto político-cultural, todos los asistentes; gente de campo, profesionistas, jóvenes estudiantes, etc., en franca convivialidad saborearon selectos bocadillos. Algunas personas los degustaron con café, otras con refresco y, el resto con una copa de excelente vino tinto; o como diría el francés Ulises Urbano Lassépas, con “un verre d'excellent vin rouge”.
NOTA: El colega y amigo Sergio Ávila acaba de escribir el cuento “Arroyo de los Músicos”, relacionado con uno de estos terrenos que ratificó Benito Juárez. Puede solicitarlo gratuitamente a seravila1@hotmail.com (Muy interesante todo, y lo de La Paz, no se diga…Buenos días.