Falta de conectividades terrestres y la baja afluencia de pasajeros son algunos de los mitos que han acompañado al AIFA en su primer año de operación.
Ciudad de México.- Falta de conectividades terrestres, lo que dificulta llegar a sus instalaciones; las que además serían insuficientes para la prestación de servicios, y la baja afluencia de pasajeros son algunos de los mitos que han acompañado al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en su primer año de operación.
Usuarios y prestadores de servicios ya tienen otra idea de la terminal aérea, su perspectiva cambió al hacer uso de ellas o comenzar a trabajar.
Emilio Rendón Rodríguez es deportista, competidor de triatlón, y ha usado el AIFA tres o cuatro ocasiones, dice, procedente de la Zona Esmeralda, en Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México, desde donde hace, en promedio, 40 minutos en auto particular.
“Yo creo que ahorita prefiero este, me agrada más, es más fácil de estarte moviendo, es más moderno a la hora de documentar y todo, es más rápido y más cómodo”, comentó Emilio, al viajar a Guadalajara, Jalisco, para un clasificatorio de CONADE.
El pasado 17 de marzo, Alfredo Medina llegó con su familia, por primera ocasión, a la terminal aérea, en un vuelo de conexión entre Cancún, Quintana Roo, y Monterrey, Nuevo León.
“Es la primera vez y fascinado con el aeropuerto, la verdad me encantó, es un proyecto increíble, me tocó verlo desde el vuelo y es magnífico.
“Me imagino que ahorita por lo mismo que es nuevo no hay mucha gente, pero también el tamaño y las dimensiones creo que le dieron al clavo con la capacidad”, comentó el pasajero.