• Es el hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, considerado uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa, quien ya declaró que sobornó al exfuncionario.
Ciudad de México.- La Fiscalía
de Estados Unidos cerrará esta semana sus alegatos contra Genaro García Luna
con la presencia de un ‘testigo significativo’.
Un documento de la defensa
apunta que los fiscales llevarán al estrado a Jesús “Rey” Zambada García.
Se trata del hermano de Ismael
“El Mayo” Zambada, considerado uno de los líderes históricos del Cártel de
Sinaloa.
Fue detenido en 2008 y
extraditado a Estados Unidos en 2012, donde se declaró culpable de cargos
relacionados con crimen organizado.
El nombre del testigo no se ha
hecho oficial, pero el documento de la defensa de García Luna deja ver que es
la última apuesta de los fiscales para convencer a los jurados.
“Rey” Zambada García ha
cooperado con autoridades de Estados Unidos para buscar beneficios en su
condena.
En 2018 ya testificó en el
juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, donde dijo que había sobornado a García Luna con al menos seis
millones de dólares.
Zambada afirmó en un tribunal
que entre 2005 y 2006 pagó tres millones de dólares a García Luna, antes de que
fuera nombrado secretario de Seguridad Pública de México.
Ese pago, de acuerdo con
Zambada, fue para asegurar que García Luna nombrara a un jefe de la policía de
la ciudad de Culiacán que fuera aliado del Cártel de Sinaloa.
Zambada señaló que tenían
“metido en el bolsillo” a ese supuesto jefe de la policía de Culiacán,
identificado solo como “Vigueras”.
También aseguró que en 2007
entregó directamente a García Luna otro portafolios con entre
tres y cinco millones de dólares.
Esa segunda ronda de dinero
era para garantizar que la policía federal mexicana no interfiriera con las
operaciones del Cártel de Sinaloa, ni para que arrestara a sus líderes, dijo
Zambada.
En ese momento, Zambada dijo
que García Luna mantenía un “compromiso firme” con
el narcotraficante sinaloense Arturo Beltrán Leyva.
Zambada señaló que “se decía”
que García Luna recibió un soborno adicional de 50
millones de dólares de parte de un grupo de narcotraficantes para garantizar su
protección.