• El senador Chuck Grassley pidió a la DEA y al FBI explicar desde cuándo y cómo supieron de los nexos de García Luna con el narcotráfico.
Ciudad de
México.- Tras las revelaciones de testigos en el juicio contra Genaro García Luna,
quien fue declarado culpable de los cinco cargos en su contra,
en el Senado de Estados Unidos investigan a la DEA y al FBI
para saber desde cuándo sabían de los nexos del exfuncionario con el
narcotráfico, cómo se enteraron y a quién informaron.
El senador republicano Chuck Grassley pidió a la
DEA y al FBI la información acerca de caso contra García Luna, tanto grabaciones, reportes, notas y otros documentos
de la actividad criminal del secretario de Seguridad de Felipe Calderón,
así como los archivos que hayan obtenido de
su computadora y celular, artículos que le fueron decomisados
tras ser detenido en diciembre de 2019.
En la carta enviada a la
administradora de la DEA, Anne Milgram, y al director del FBI, Christopher
Wray, el legislador les pide explicar qué
es lo que dichas agencias supieron sobre García Luna y su actividad criminal en
la que brindó apoyo al cártel de los
hermanos Beltrán Leyva y al de Sinaloa, de acuerdo con los
testigos en el juicio, y cómo es que obtuvieron esa información.
Además, solicita identificar
a qué personas informaron que tenían dicha
información y las fechas en las que lo reportaron, así
como el test de control de confianza a García Luna y quiénes se lo realizaron.
El senador dio a la DEA y al
FBI un plazo de un mes para proporcionarle
dicha información, el cual vencerá el próximo 22 de marzo.
El presidente Andrés Manuel
López Obrador se había pronunciado porque se
investigue cuál fue el papel de las agencias de Estados Unidos en el caso,
ya que aseguró que había mucha cooperación como para que no supieran de los
nexos del exsecretario de Seguridad con el narcotráfico.
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Las revelaciones en el juicio de García Luna
En el juicio, los fiscales
presentaron a 26 testigos, algunos de ellos exnarcotraficantes como Jesús El Rey Zambada, quien narró cómo
es que el Aeropuerto Internacional de
la Ciudad de México se convirtió en un punto para el tráfico de toneladas de
cocaína y que eran los propios agentes federales los que
se encargaban de descargar las maletas con logos oficiales con la droga y se
las entregaban al cártel.
Además, aseguró que sí conocía personalmente a García Luna ya
que en dos ocasiones se reunió con él en un restaurante en la Ciudad de México
para entregarle el pago de dos sobornos por colaborar con el cártel de Sinaloa.
En tanto, Sergio Villarreal Barragán, El Grande, lugarteniente de los
Beltrán Leyva, fue el primero en asegurar que García Luna estaba en la nómina del cártel de
Sinaloa y que también cooperó con Arturo Beltrán Leyva,
quien incluso llegó a secuestrarlo por no querer contestar sus llamadas cuando
la alianza entre el cártel de Sinaloa y el de los Beltrán Leyva se fracturaba.
Además, dijo que en 2010, tras
ser detenido en Puebla, habló con el agente Miguel Madrigal a quien le contó
que García Luna trabajaba para el cártel.
“Esta no fue una noticia sorprendente. Según informes, el gobierno de Estados
Unidos ya sabía que García Luna era corrupto”, indicó en la misiva el senador.
El expolicía Francisco Cañedo Zavaleta reveló
al jurado que en 2008 vio a García Luna hablando personalmente con Arturo Beltrán
Leyva, El Barbas, y Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, en una carretera de
Morelos y posteriormente observó que ingresaron a un fraccionamiento.