• Procesos complicados.
Es extraño, pero ha
transcurrido ya más de un año de las actuales administraciones tanto estatal,
como municipales, y hasta hoy los partidos políticos contrarios al régimen han
permanecido en el marasmo.
Claro que en esta entrega de
hoy haré referencia a lo que políticamente ocurre en Baja California Sur.
Y diré que en efecto, tanto el
PRI, como el PAN y el PRD, ---que de hecho han sido los que se han aliado para
competir durante las elecciones contra Morena---, no han dado visos, ni han
mostrado intenciones de hacer algo por sacudirse la modorra.
¿O acaso han caído en la
demencia por los golpes recibidos en las urnas…?
Lo cierto es que hasta el
momento tampoco han hablado de renovación de cuadros para que la ciudadanía
observe semilla fresca y caras nuevas de donde pueda escoger.
Mucho menos vemos trabajo de
campo donde se vea que abren nuevos surcos en aras de que logren levantar buena
cosecha.
En pocas palabras, no hay
ofertas para el electorado en las cuales esos partidos puedan sentar sus bases
para un futuro electoral.
Luego entonces, nos dejan a
nosotros el beneficio de la duda para aventurar que insertos en esa
somnolencia, el conformismo los ha absorbido.
Y es que, es muy cierto que ni
Christian Fabrizio Del Castillo Miranda, del Partido Revolucionario
Institucional, ni Guadalupe Saldaña Cisneros del Partido Acción Nacional, y
menos el dirigente Estatal del Partido de la Revolución Democrática Noé de la
Rosa Escalante han mostrado su preocupación por tomar el arado y hacer surcos
para sembrar nueva semilla.
Por el contrario, hay algunos
de estos dirigentes como es el caso de Noé de la Rosa Escalante que más bien se
han desgastado en críticas hacia el partido en el poder, lo que en nada
coadyuva para avanzar en esos caminos del rescate del poder.
Así es. Y mientras esto
sucede, acá están los campesinos y los obreros con sus manos callosas y vacías
en espera ya no de una despensa, sino de una palabra de aliento y comprensión
para saberse tomados en cuenta.
Más acá permanecen las amas de
casa, con el miedo y la zozobra pegados a sus faldas pensando en el futuro de
sus hijos, esperando que alguien les brinde la seguridad que requieren para
salir a las calles con la certeza de que regresarán a sus casas.
Esperando que alguien les
brinde el aliento de seguir viviendo en paz.
Y acá también están los
jóvenes, ese cúmulo de sangre nueva y concentración de vigor. Titubeantes sí,
por esas balas asesinas que surgen del fuego cruzado, pero firmes en sus
decisiones.
Jóvenes que, ciertamente
deambulan en la incertidumbre por ese dudoso mañana, pero ansiosos por ser
tomados en cuenta en el reparto de la inequitativa riqueza.
Y es que saben los dirigentes
que conforme pasan los tiempos, cada nuevo proceso electoral les ofrece un
panorama sumamente complejo, no solo para ellos como partidos políticos, sino
para los propios ciudadanos, dado los casos de violencia que se ha registrado
durante la celebración de las elecciones.
Por eso es imperativo que los
partidos políticos dejen ya de rasgarse las vestiduras maquillándose tras cada
comicio electoral. Y antes, mucho antes de celebrarse un proceso, ponerse a
trabajar dejando de lado inexistentes principios e ideologías inventadas, es
decir tal y como lo han venido haciendo al establecer alianzas zanjando
derechas e izquierdas.
Por cierto, aquí debo aceptar
que la unión que están haciendo el PRD y el PAN para competir, hasta el momento
les ha funcionado pues de alguna manera han dado la batalla esperada y han
obligado a redoblar esfuerzos a su adversario político. Es decir, a Morena.
Y no dudo que al lograr una
alianza conjuntamente con el PRI, poco a poco habrán de lograr sus objetivos de
obtener el triunfo.
No es para menos cuando en el
caso concreto del PAN y el PRI, pese a todo, son organizaciones que aun
disponen de los llamados votos duros lo que por ende puede consolidar un
triunfo sin dejar de lado buena parte de la fuerza antisistema.
Ahora bien si analizan a
profundidad, lo anterior deja en claro que los “indecisos” o “no definidos” han
de ser siempre quienes al final de cuentas inclinen la balanza hacia los
ganadores en las contiendas.
Repito, los partidos políticos
han de tomar en cuenta que cada nuevo proceso será más complicado, lo que los
obliga no solo a salir de ese marasmo en que han caído, sino por sobre todas
las cosas a redoblar esfuerzos.
Dicho de paso, ---y no quiero
pecar ni de pesimista y menos de profeta--, si estos dirigentes continúan
inmersos en sus sueños profundos soñando con la victoria, el fracaso seguirá
estando presente tras cada proceso electoral.
Entonces para ellos ese
domingo ya no se una fiesta electoral como otras.
En síntesis, retomando el caso
de los obreros, los campesinos, las amas de casa y los jóvenes, he de decir que
son esos amplios sectores de la población los que viven en el desamparo,
quienes son y deben ser merecedores de la mayor atención de los partidos
políticos.
Y no es para menos, pues
justamente son ellos quienes tienen la capacidad de dar proporcionar el triunfo
u ocasionar la derrota.
Cuestión de tiempo