Lo derecho es lo decente
Muy buenos días estimable
Lector, gracias, muchas gracias por continuar este año 2023 prefiriendo este su
Diario “El Independiente”.
Inicio esta columna comentando
a Usted: Actualmente con el liderazgo de los tres órdenes de gobierno Federal,
Estatal y Municipal, la ciudadanía considera que es el liderazgo que México
demanda. Un liderazgo que tienen la habilidad, inteligencia y la competencia
para llevar al País, por un camino seguro este año 2023. Porque con ese
liderazgo y la energía de la sociedad, México lleva el camino hacia el
crecimiento y empleo, hacia una reforma de fondo que asegura una educación
moderna, de calidad y competitiva, encaminándose a la construcción de un
autentico Estado de Derecho y estableciendo un desarrollo social cuyo corazón sea
la equidad y el Ser Humano.
En este sentido: hoy las
prioridades son las ideas y las propuestas, los objetivos y las acciones que
respondan a las grandes preocupaciones de cada mexicano, de cada familia, de
cada uno de los hombres y las mujeres que le dan sentido al trabajo de quienes
gobiernan o aspiren a gobernar. Ahora bien, el mexicano de nuestros días quiere
empleo prósperos y productivos. Demanda confianza y seguridad para sus
familias, aspira a una educación moderna y de calidad para sus hijos, exige un
gobierno transparente y que funcione. Desea un liderazgo democrático pero
efectivo y fuerte, ahora en el año 2023, México necesita con claridad y
serenidad, diseñar el futuro que quiere, discutir y reflexionar sobre las
cuestiones de fondo y poner atención sobre los asuntos que verdaderamente le
interesan a los mexicanos.
Bajo este contexto: los
mexicanos reconocen y admiten que es cierto que se han realizado reformas de
enorme profundidad para modernizar la economía e incorporarla al mercado internacional.
Pero a pesar de la estabilidad lograda en las cifras, la geografía de la
pobreza se ha extendido y el número de pobres real y porcentuales muy mayor que
hace cuarenta años. Por ello, la tarea esencial de los gobiernos Federal,
Estatal y Municipal de este siglo, deben orientarse a disminuir la gran brecha
entre la opulencia y la indigencia.
Es importante poner atención
para que dirijan una política de desarrollo social a la disminución de la
desigualdad es la alternativa que haya realmente viable nuestra modernidad,
incorporando a todos nuestros hermanos mexicanos más rezagados a la educación,
al empleo, al mercado, a la productividad, y a la vida digna, porque si no
rompe el circulo vicioso de la pobreza, se corre el riesgo de enfrentar
fenómenos de inestabilidad política y de fractura social. Todo lo anterior
requiere ir más allá de una perspectiva sexenal mediante una combinación de
políticas públicas puntuales en cuyo centro este el crecimiento económico y la
educación, ya que es una variedad de acciones deliberadas que provean de
satisfactores sociales básicos a la mayoría de los mexicanos que hoy
actualmente viven en “Pobreza Extrema”.
Concluyo: el Pueblo de México
requiere una buena política social que combata la pobreza pero que también genere
capacidades y autonomía en cada mexicano, es requisito indispensable para
consolidar la democracia y avanzar hacia un desarrollo compartido.