• Más de una década.
Habían transcurrido 15 años de
aquel conflicto laboral del Hotel que obligó a los 79 trabajadores a colocar
las banderas rojinegras en las instalaciones ubicadas en el número 670 de la
zona comercial del Paseo Álvaro Obregón de esta capital, cuando una luz de
esperanza pareció encenderse y acabar con ese conflicto laboral.
Fue justo en esa ocasión,
cuando Mario Coppola Jofroy, representante de la empresa, acordó realizar el
pago de salarios caídos a 9 de los 79 trabajadores que iniciaron la huelga, con
una cantidad aproximada de 7 millones de pesos.
Incluso, por esas fechas, los
líderes sindicales Alberto Rentería Santana y Oscar Martínez Burgos, dijeron
sentirse satisfechos pues observaban que el conflicto podría llegar a terminar,
ya que se encontraba en su etapa más sencilla, corroborando la existencia del
resto de los trabajadores, lo cual se haría con talones de cheques, informes
del Seguro Social y con la presencia de cada uno de ellos.
Sin embargo, lo que pareció el
fin de esa huelga, no se concretizó dado que 70 trabajadores siguieron
desamparados, por lo cual nuevamente se replegaron a su Sindicato de
Gastronómicos de Baja California Sur, representado por Rentería Santana, como
dirigente.
Pero, derivado de ese colmillo
retorcido de Alberto Rentería Santana, las cosas no las vio como supuestamente
las vio el dueño del hotel, aclarando por su parte que si bien se ha dado un
avance sustancial en el caso, el pago parcial se vislumbra como “una forma amañada”
de abordar el conflicto por parte de los Coppola, pues aunque reconocen la
deuda no consideran a 70 trabajadores.
En ese entonces, Rentería
Santana calculó que se trataba de una astuta estrategia legal orquestada por
Mario Coppola para que el Sindicato de Gastronómicos se inconformara con el
pago y los dueños del hotel se ampararan de nuevo logrando así extender el
juicio, sin embargo, opinó que el hecho de que hayan realizado una primera
entrega “acorta el camino”, pues ahora el caso sólo trata de definir la
cantidad de dinero que recibirán los trabajadores.
Por su parte, Oscar Martínez
Burgos, secretario del Sindicato de Gastronómicos, precisó que cada trabajador
recibiría alrededor de 700,000 pesos por concepto de salarios, canasta básica,
fondo de ahorro, premios de puntualidad y asistencia, aguinaldo, vacaciones y
propinas.
Cabe recordar que un tribunal
colegiado en materia laboral exhortó a la Junta de Conciliación y Arbitraje de
Baja California Sur que obligue a Los Arcos a saldar adeudos con los 79
trabajadores, resolución que compartían autoridades estatales.
Esta huelga, que estalló en
2008, está por cumplir 15 años en noviembre próximo y desde entonces
lamentablemente sigue inoperante uno de los más emblemáticos hoteles no solo de
La Paz, sino de BCS.
Y aquí, vale destacar un
aspecto de suma importancia:
El gobernador de Baja
California Sur Víctor Manuel Castro Cosío, tras obtener su victoria como tal,
hizo su compromiso formal con las y los trabajadores del Hotel Los Arcos de
ayudarlos con toda la fuerza del gobierno del estado que encabezaría a partir
del viernes 10 de septiembre del 2021, para intervenir y mediar, creando
puentes para que se haga justicia y se abra el hotel.
No es para menos.
Han transcurrido tres administraciones
gubernamentales desde entonces, si recordamos que el conflicto inició justo
cuando Narciso Agúndez Montaño se encontraba en el poder.
Posteriormente le correspondió
a Marcos Covarrubias Villaseñor asumir la gubernatura y después a Carlos Mendoza
Davis, quienes no encontraron la solución a esta añeja problemática.
Otro dato sumamente
importante, es el dado a conocer el pasado 10 de septiembre de 2020, por
Alberto Rentería Santana, dirigente del Sindicato de Gastronómicos en Baja
California Sur, donde reafirmó que en un plazo de seis meses podría llevarse a
cabo el remate de las propiedades pertenecientes al Hotel Los Arcos.
Y es que, al momento de
estallar la huelga, el mencionado hotel contaba con 169 habitaciones, más sus
cabañas, sus salones de eventos, y su famoso restaurante bar con vista a la
bahía de La Paz.
Es por eso el inusitado
interés del gobernador Víctor Manuel Castro Cosío de que el añejo conflicto
llegue a su fin de una vez por todas.
Y no es para menos, cuando
sabe que con ello se estarán satisfaciendo dos aspectos importantes como son:
Uno que se reabriría un icono de nuestro estado, y dos que se reactivaría un
gran factor económico de la ciudad de La Paz.
Por eso es su compromiso con
las y los trabajadores del Hotel Los Arcos de poner fin a los problemas por los
que se derivan de esta empresa, por lo cual bien podría reabrir sus puertas a
la brevedad.
Qué desgracia que en un
conflicto laboral que pudo resolverse en cuestión de horas y solucionarse con
un pequeño puñado de pesos, registre ya más de una década en los tribunales
laborales y hoy por hoy deba finalizar con millonadas de pesos.
No cabe duda pues, que muchas
veces la sinrazón y la cerrazón, conllevan a la toma de negativas decisiones
como ha sido este caso que se fue hasta las últimas consecuencias.
Así es. Consecuencias funestas
a grado tal, de que las instalaciones ya prácticamente se encuentran vacías,
destruidas, y vandalizadas.
Y lo peor, cuando se afirma
que incluso, el 26 de agosto de 2016 el inmueble sufrió un incendio.
Por todo esto es hoy la gran
preocupación del gobernador Víctor Castro Cosío.
Por eso su llamado a que los
sectores comprometidos coadyuven a que se reabra el hotel, ya que con ello se
reabrirán fuentes de trabajo y se reactivará la economía de Baja California
Sur.
Cuestión de tiempo.