Lo derecho es lo decente
Muy buenos días estimable
lector gracias, muchas gracias por continuar leyendo su Diario “El
Independiente”.
Inicio esta columna comentando
a Usted; El postulado fundamental del pensamiento político de la Revolución
Mexicana, en el sentido de que el trabajo es el origen y el destino de los
derechos sociales. Este principio recoge lo has avanzado del pensamiento social
que a lo largo de la historia mexicana ha reivindicado al trabajo y al
trabajador. El generalísimo Don José María Morelos y Pavón postulo en los
sentimientos de la Nación “que como la buena ley es superior a todo hombre, las
que dicte nuestro congreso deben ser tales que obliguen a constancia y
patriotismo, que moderen la opulencia y la indigencia de tal suerte se aumente
el jornal del pobre, que mejore sus costumbres alejando la ignorancia, la
rapiña y el hurto”.
En el congreso extraordinario
que dio origen a la Constitución de 1857, Ignacio Ramírez “El nigromante” hizo
su histórico reclamo, y el más grave de los cargos que hago a la comisión
(encargada de elaborar el proyecto Constitucional) es haber conservado la
servidumbre de los jornaleros es un hombre que a fuerza de penosos y continuos
trabajos, arranca de la tierra ya la espiga que alimenta, ya la seda y el oro
que engalana a los pueblos. En su mano creadora el rudo instrumento se
convierte en máquina y la informe piedra en magníficos palacios. Las
invenciones prodigiosas de la industria se deben a un reducido número de sabios
y a millones de jornaleros: donde quiera que existe un valor ahí se encuentra
la esfinge soberana del trabajador.
En este sentido: El desafío
lanzado por “El Nigromante”, fue recogido sesenta años después por el Congreso
Constituyente de Querétaro. Los Diputados Cándido Aguilar, Heriberto Jara y
Victorio Gongora, hacen la proposición que daría origen al Artículo 123: “Que
siendo el trabajo la base de la sociedad, la fuente de todo progreso y el
creador e impulsor de la riqueza, debe tener cuanto a lo que concierna un lugar
preferente en la presente Constitución. Es por ello: que el carácter social de
la República Mexicana se debe precisamente, junto con el propósito de dar la
tierra a quien la trabaja, a que se propuso la emancipación del trabajo. Los
mexicanos continúan en la lucha y lucharan porque el trabajo sea reconocido
como el recurso fundamental de la economía y el factor determinante para la
distribución de la riqueza y del ingreso.
Bajo este contexto: durante el
siglo pasado, al cobijo de las Leyes y las Instituciones Revolucionarios, las
luchas de las organizaciones de los trabajadores alcanzaron grandes logros e
históricas conquistas. En el Artículo 123 de la Constitución se reconocieron
los derechos básicos de los trabajadores: Jornada máxima, descanso obligatorio,
salarios mínimos, prestaciones sociales, asociación sindical, huelga y
contratación colectiva. Hoy la Ley Federal del Trabajo ha sido instrumento de
derecho positivo que ha dado expresión concreta a las garantías laborales
plasmadas en nuestra constitución y es la base de las instituciones de justicia
laboral y previsión social.
Concluyo: actualmente se
defiende el Derecho de Asociación Sindical con plena autonomía e independencia.
Los sindicatos de trabajadores son Instituciones básicas de nuestra democracia.
El Sindicalismo se está fortaleciendo expandiendo sus bases y promoviendo su
unidad, por encima de tendencias ideológicas y filtraciones políticas.