• Se estima que dióxido de carbono desprendido de esta erupción alcance el norte de México.
San José
del Cabo, Baja California Sur. Desde el pasado 27 de noviembre el
volcán Mauna Loa, en Hawaí, entró en fase de erupción, desprendiendo una
gran cantidad de gases y cenizas; el dióxido de azufre que emana de esta
corteza no solo ha afectado de manera local, pues se está recorriendo por otros
países y se cree que podría llegar hasta Baja California Sur (BCS).
A través de
medios de comunicación internacionales, se dio a conocer este hecho histórico,
pues desde 1984 no se observaba movimiento de este volcán, que cabe mencionar,
es el más alto del mundo con aproximadamente 4 mil 169 metros de altitud y una
superficie de más de 5 mil km2.
De acuerdo con medios nacionales,
el Observatorio de Volcanes de Hawai ha reportado múltiples fisuras y
aunque la lava sigue contenida, esto no ha evitado la expulsión del dióxido de
carbono que ha alertado a varios países, incluido el territorio mexicano.
El Servicio de Monitoreo de la
Atmósfera de Copernicus, señaló que esta capa de dióxido llegó a
norteamérica desde el pasado 1 de diciembre, comenzando a cruzar Estados Unidos
y México hacia el Océano Atlántico y Caribe, algunas de las entidades que
se proyecta registren el SO2 en el aire son Sonora, Sinaloa, Durango,
Chihuahua, Coahuila y la Península (B.C y B.C.S).
El dióxido de azufre (SO2) es un
gas incoloro y con olor penetrante; dificultad para respirar, inflamación de
vías respiratorias, irritación en ojos y agudización de bronquitis y asma, son
algunos de los efectos secundarios que podría traer esta sustancia en
cantidades mayores, sin embargo, ninguna fuente oficial ha alertado sobre este
hecho, pues expertos consideran que la afectación sería menor en la calidad del
aire.