El gobernador del estado Víctor Castro Cosío junto con el alcalde de Los Cabos, Oscar Leggs Castro, mandaron una señal de armonía institucional con la evidente intención de frenar las especulaciones en torno a la presunta falta de unidad entre los integrantes de la clase política de la 4T que actualmente gobierna la entidad.

La acción se registró luego de que el mandatario estatal y el alcalde cabeño, se reunieron el miércoles al medio día en las instalaciones del palacio de gobierno.

Castro Cosío hizo un breve receso en las audiencias públicas que realizaba en el vestíbulo del palacio de cantera para recibir en privado a Leggs Castro y tratar como tema principal definir la fecha de la colocación de la primera piedra de lo que será la desaladora que se colocará en la comunidad de Cabo San Lucas misma que será el próximo 19 de diciembre.

En esa reunión también estuvo presente el delegado municipal de Cabo San Lucas, Raymundo Zamora Ceseña.

Pero lo que políticamente puede ser trascendental es que ambos representantes populares bajaron las escaleras del palacio de gobierno, juntos y sonrientes evidentemente contentos de ese encuentro para luego ser abordados por representantes de los medios de comunicación.

Para la clase política y la sociedad en general, esta señal fue bien recibida.

En este espacio hemos comentado en diversas ocasiones la complejidad que se observa para mantener la unidad entre los morenistas que se consideran con los méritos necesarios para participar en el próximo proceso político electoral.

Por eso es importante este mensaje.

Ambos funcionarios, tanto el gobernador como alcalde, reiteraron mutuamente frente a representantes de los medios de comunicación, que se trabaja en armonía y que así seguirán.

El mandatario estatal, como alcalde reiteraron al mismo tiempo que ambas instancias de gobierno ya cuentan con los recursos económicos pata enfrentar los históricos compromisos financieros de diciembre.

Obviamente es muy posible que en corto existan diferencias entre quien representa a los cabeños y quien gobierna a todo el estado, pero no coincidir cien por ciento en todo, no necesariamente debe implicar rupturas.

La población en general percibe en negativo las señales de que cada nivel de autoridad vaya por su lado pues está muy claro que la unidad rinde mejores frutos a pesar de las posturas antagónicas y polémicas que puedan presentarse.

Es evidente que la prudencia brinda mejores resultados que cualquier reacción emocional que pueda presentarse por encima del terreno de las ideas.

Veremos hasta dónde se mantiene esa cordialidad, independientemente de las naturales pretensiones políticas que cada día son más evidentes ya en la clase política gobernante.

Ya veremos.