El Congreso del Estado entregó la medalla “Dionisia Villarino Espinoza”. Edición 2022 a María Esthela Petit Cabrera. Muy merecida esta presea que reconoce Urbi et Orbi, el valor de una gran mujer sudcaliforniana. Verdadera luchadora social de grandes méritos. Sencilla y de trato amable. La conocemos desde hace muchos años. Siempre la hemos visto trabajar en favor de sus semejantes, de su comunidad. Apoyar y hasta pelear para lograr mejoras, progreso a quienes verdaderamente necesitan oportunidades. Sin buscar aplausos ni provecho personal. En la terna estuvieron dos mujeres también muy valiosas. Patricia Ramírez y Dolores Ramírez, que recibieron reconocimientos.  Esthelita, un abrazo y mi más sentida felicitación por esta presea que recibes y que consideramos que tienes muchos merecimientos para llevarla con orgullo… Pan y Circo, política gubernamental de los romanos sigue estando vigente…

Asombra que el gobernador del estado diga públicamente que no estaba enterado del derrame de combustóleo en Punta Prieta. Que nadie se lo dijo. Le urge tener a su lado personal que le informe de lo que acontece en el estado que gobierna.  Que no le oculten nada. Recuerde señor gobernador qué a la hora de juzgarlo, a posteriori, seguramente, usted va a cargar con la culpa de situaciones de las que no se enteró a tiempo. Usted pagará las facturas. Y de todas las personas a las que apoyó, a las que le tendió la mano y hasta sacó de la penuria, serán muy pocos los que se lo agradezcan y sigan siendo sus amigos. La condición humana no cambia…

En Comunicación estatal si hace falta quien coordine el trabajo de cada área. Es un puesto necesario. El coordinador no está solamente para pagar o no pagar convenios, aumentarlos o quitarlos a la prensa. Esa es y debe ser facultad del gobernante.  Es el parrrayos para recibir los golpes contra el gobernador y su equipo, servir de enlace entre el ejecutivo estatal y los medios. Tampoco es un mero boletinero. 

Su función y la de esa área va más allá del envío de la información oficial a los medios. No deben reducirlos a tal situación. Tampoco debe ser el que decida el manejo del presupuesto de esta importante dependencia. Esa es una facultad del propio mandatario, que nunca debe delegar.  Si lo hace, en el pecado llevará la penitencia. Pero a quien nombre (si es que se hace) deben darle las herramientas necesarias para cumplir con su trabajo. No maniatarlo. De lo contrario, de nada sirve que cambien titulares. Nombre a quien quiera señor gobernador, pero hágalo usted. El nombramiento se lo deben acreditar a usted, a nadie más… 

Hasta la próxima semana, Dios mediante.