A tocarse para cuidarse
Muy buenos días estimable lector gracias, muchas gracias, por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta columna comentando a Usted: Por encontrarnos en el mes de la prevención contra el cáncer emito mi opinión al respecto, la primera manifestación que produce el Cáncer de mama es la aparición de un pequeño tumor, de aproximadamente un centímetro o más de diámetro, que no duele a la presión y que está íntimamente adherido al resto de la glándula que lo rodea. La piel que lo cubre se ve como arrugada como si tuviera atraída hacia el tumor y presenta un aspecto muy parecido al de la piel de naranja, con su punteado y sus pequeñas elevaciones redondas.
Bajo este contexto la mayoría de las veces este tipo de lobanillos no son cancerosos, pero la mujer que descubra uno en su pecho, hará bien en no perder su tiempo aplicándose remedios caseros. Pues el cáncer de seno permanece en estado durmiente cinco o seis meses, después de los cuales se propaga a los ganglios por debajo de la axila y desde allí al resto del cuerpo; y es precisamente durante este periodo de letargo cuando existe la oportunidad de operar con éxito completo este tumor. Si se pierde esta ocasión y se espera que el cáncer se hay esparcido, la cirugía ya no puede asegurar la curación. Según la ciencia no se conocen las causas del cáncer de seno. Las estadísticas demuestran que es tres veces más fuerte en las mujeres casadas, que en las solteras, y que ocurre más a menudo en las que han tenido hijos que en las que no, los golpes y las infecciones parecen ser las causas predisponentes de la enfermedad. La herencia familiar parece que también juega un papel muy importante.
El Seno está formado por un tejido glandular, sostenido y recubierto por fibras conjuntivas. Pero su localización en el cuerpo y por la función a la cual está destinado, es objeto frecuente de irritaciones y golpes, siendo una parte integra de los órganos de la reproducción, su estructura está sujeta a continuos cambios; despiertan de su letargo durante la pubertad, varían su histología bajo la influencia de la menstruación, el embarazo y la menopausia, y sufren grandes transformaciones después del empleo de ciertas hormonas, que actualmente se usan para tratar enfermedades endocrinas.
No es raro pues que en un órgano tan modificable puedan aparecer pequeños tumores o de los llamados Lobanillos, al parecer sin ninguna importancia, pero en ocasiones tales crecimientos pueden ser la indicación de un cáncer de seno.
Miles y miles de mujeres se sometieron en la República Mexicana, el año pasado a operaciones quirúrgicas relacionadas con este tipo de cáncer. Afortunadamente en la mayoría de los casos la operación que seguida de una curación total, esta enfermedad que, hasta hace poco tiempo tanto preocupaba a médicos y pacientes, es hoy una condición prácticamente curable, si se extirpa el tumor o Lobanillo.
Concluyo, en el cáncer del seno, al contrario de lo que pasa en los que aparecen en otras partes del cuerpo generalmente no es el medico quien hace el descubrimiento, si no la misma mujer que lo encuentra; de aquí la importancia de hacer comprender a nuestras lectoras que deben estar pendientes de sus senos para descubrir prematuramente la enfermedad si la misma se presentare.