Ahora que la llamada Alianza por México, está a punto de caerse justamente por la traición del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, mejor conocido como “Alito”, vale la pena preguntarse qué será de esa clase política priista que tenía centrada sus esperanzas en reaparecer en el próximo proceso electoral.

Aunque el dirigente nacional priista aún espera que los líderes del PAN y del PRD le mantengan la confianza, lo que es evidentemente muy difícil de lograr, la pregunta es qué hará el PRI en Baja California Sur.

Está claro ya desde hace tiempo que para que estos partidos alcancen una participación electoral más o menos aceptable es necesario que lleguen unidos al proceso electoral.

Pero ahora con la mancha generada por Alito Moreno, que para salvar su pellejo, puso en alto riesgo de derrumbar la referida alianza electoral.

Va a ser muy trascendental lo que esta semana se establezca en el Senado de la República respecto a la intención de mantener con tareas de seguridad pública hasta el 2029 a la Guardia Nacional ahora bajo las órdenes directas del Ejército.

Pase lo que pase se ve difícil que la alianza se mantenga a nivel nacional.

¿Pero en lo local cuál es el futuro de la hasta ahora alianza entre PAN, PRI y PRD?

De no lograrse esta unidad interpartidista, los priistas corren el alto riesgo de quedar en estado de indefensión.

Dónde están ahora por ejemplo priistas como Jesús Flores, Juan Alberto Valdivia, Axxel Sotelo, Ricardo Barroso y una larga lista de reconocidos militantes del tricolor que hasta ahora se han mantenido relativamente callados, cubiertos en un manto de anonimato en espera de la alianza que ahora está a punto de caer.

Quizás lo que pudiera salvar a esta medida es la salida de la dirigencia nacional de Alito Moreno, pero en lo local aún no queda claro cómo se van a mover los destacados militantes del Revolucionario Institucional.

¿Acaso tendrán que experimentar otra ola de derrotas y mantenerse como hasta ahora en la fría banca política en espera de mejores tiempos?

Vaya reto que tiene ante sí el dirigente estatal del tricolor Fabrizio González que está ante la posibilidad de administrar sin ayuda, prácticamente solo, lo poco que queda de su partido para el proceso electoral del 2024 que de no ir aliado difícilmente estará de nuevo en la senda del triunfo electoral.

Mientras tanto la dirigencia estatal del PAN y el PRD están por supuesto a la espera de que sus líderes nacionales les marquen la línea a seguir.

Por desgracia para estos partidos en lo local, también están en riesgo de correr la misma suerte.

Habrá que estar atentos si esta semana hay definiciones en este sentido y si así se sacuden el polvo muchos de los priistas agazapados ahora, algunos por estrategia política y otros por mera necesidad.

Veremos si no se queda el dirigente estatal Fabrizio González, bailando con la más fea, además le digerir forzadamente las ocurrencias de su aún líder nacional Alito Moreno.

Ya veremos.