Muy buenos días estimable lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo nuestro Diario El Independiente.

Inicio esta columna comentando a Usted: absolutamente todos los Partidos políticos jamás deben de suplantar la voluntad popular. Los mexicanos concebimos al Estado como el producto de un contrato social que expresa la voluntad de los ciudadanos; consideremos que la soberanía emana del pueblo y que se difunde a través de las formas de representación de la voluntad popular, porque creer en la democracia es respetar las reglas de la competencia, es alentar el debate, la deliberación y es aceptar los resultados del pueblo al emitir el sufragio en las urnas electorales, pero también es la opción que afirma que la expresión de la voluntad popular a través de las elecciones, es el único método legitimo para construir gobiernos democráticos, los mexicanos aspiran a que juntos ampliemos la autonomía y afiancemos la imparcialidad de nuestros organismos electorales, a fin de que la voluntad popular y solo ella, determine los resultados de los comicios. 

Bajo este contexto la calidad de la democracia depende de la voluntad ciudadana de cada País, los límites del espacio político de cada organización solo los imponen la Ley y la decisión de la voluntad ciudadana. Hoy todos los pretensos a un puesto de elección popular, tienen el deber de adecuar en todo momento su conducta y su campaña a los imperativos de la Ley, a respetar las determinaciones de los órganos electorales y por encima de todo aceptar la expresión ultima dela voluntad ciudadana.

En este sentido: los mexicanos quieren que las elecciones se expresen con fidelidad, que difundan la voluntad de los ciudadanos en todas y cada una de las comunidades de nuestra patria. Si pero que también la aceptación de los resultados por cada uno de los partidos políticos y los candidatos no dependa de su derrota o de su victoria. Es necesario considerar los mexicanos que todos los partidos políticos trabajen para ganar la confianza y la voluntad de la sociedad. 

Por eso próximamente se propondrá y vamos por una reforma electoral, para darnos un marco en el que lo único que cuente sea la voluntad ciudadana, voluntad libremente expresada de todos y cada uno de los mexicanos; la lucha (que no se olvide) es por convencer, con el argumento, la razón, la idea y con la propuesta, la lucha es por nuestro México para que estamos viviendo en pleno siglo XXI. 

El presidente año todos los partidos políticos buscaran adecuar su actividad política electoral a una nueva medida electoral. Considero que es un reto cualitativo que tienen que asumir, una nueva Ley electoral que ustedes conocerán mejor que nadie conoce, implica nuevas estructuras que le dan un marcado signo de modernidad a los procesos electorales en México. Esta reforma electoral, cuyo objetivo final es la garantía de procesos electorales imparciales y claro con una nueva autoridad electoral dotada de autonomía y con mayores equilibrios en sus órganos de dirección.

Concluyo: si empiezan ahora, tendrán el suficiente tiempo para explicarle a la sociedad con detenimiento y cabalidad cual es la nueva Ley que va a regir los próximos procesos electorales, cuales son las nuevas reglas que tienen que atender y cumplir, o bien cuales serán las principales decisiones que como representantes de partidos y candidatos tendrán que fungir.