Enorme desafío mantener a la entidad como una de las más seguras del país. De la buena coordinación interinstitucional dependen los buenos resultados. La seguridad pública eficiente garantiza la actividad turística y el sostén económico de BCS.
Definitivamente una de las virtudes con las que cuenta Baja California Sur, es la de mostrar niveles de seguridad que algunas entidades del país, quizás nunca tengan por lo que el enorme reto es precisamente conservar esta condición. Los resultados anunciados en esta materia son de reconocerse, sobre todo cuando en el resto del país la situación pinta justamente al contrario.
Lo hemos reiterado en este espacio, la media península es históricamente una entidad segura, por supuesto mucho más segura que en entidades del resto del país cuya sensación de inseguridad en la población es muy alta.
Pero esta condición no es fortuita.
Implica necesariamente una coordinación plena entre las instituciones de seguridad de los tres niveles de gobierno.
En ese sentido los resultados son evidentes, aunque bien vale la pena no dejar de mencionar que el riesgo de que grupos delincuenciales pretendan hacer de las suyas en la entidad, siempre estará latente.
Por ello los datos dados a conocer por la llamada “Mesa para la construcción de la paz y seguridad” que conforman todas las corporaciones de seguridad coordinados por el poder ejecutivo estatal, llaman mucho la atención sobre todo por el momento en el que actualmente la política de seguridad a nivel federal ha sido sumamente cuestionada a raíz de las acciones delincuenciales registradas en entidades como Jalisco, Michoacán, Chihuahua y nuestro vecino Baja California.
Las autoridades informaron que en la entidad se ha registrado una disminución en la incidencia delictiva del 24%, asimismo en homicidios dolosos del 57%; en feminicidios un 57%.
Además, la judicialización de casos en materia de homicidios dolosos pasó de un 10% de efectividad en los primeros diez meses del gobierno anterior, a un 75% en el mismo periodo de la presente administración estatal, respecto a la desaparición de personas, hay una la diminución de un 86%. Y sobre las denuncias presentadas este año 2022, se han localizado con bien 176 personas, lo que equivale al 84%, mientras que el robo en todas sus modalidades también ha registrado una disminución de 53%.
Obviamente mejorar estos niveles ya importantes de seguridad es una meta que no puede perderse, aunque está claro que el gran desafío es conservar la tranquilidad de la que ahora goza en términos generales la media península.
De esa tranquilidad que genera una buena imagen dentro y fuera del país, depende la actividad turística de la cual depende más del 80 por ciento de la economía local.
Así que no es un tema estrictamente de seguridad o de actividad policial efectiva, sino una política estratégica que asegure la continuidad de una exitosa dinámica turística de la que depende definitivamente el presente y futuro de los sudcalifornianos.
Por supuesto el papel de la sociedad en lograr esta condición es fundamental.
Esperemos que la entidad se conserve así, como una de las más seguras del país.
Que así sea.