Advertencia histórica para Morena, la división interna hizo perder al PRI, PRD y PAN. Las diferencias entre grupos, son naturales ero las divisiones y confrontaciones irreconciliables suelen tener consecuencias graves. Los truenos, rayos y centellas que se perciben no son precisamente de las recientes lluvias que se registran en la entidad.
La prisa por definir ya desde ahora posiciones que solo pueden quedar en firme hasta mediados de año que entra, ha generado fricción entre los diversos grupos políticos que conforman al partido gobernante en la entidad mismo que tendrá que tomar cartas en este asunto antes de que sea demasiado tarde.
Como ha sucedido en la media península durante pasados sexenios, los partidos políticos que han gobernado, llegan un punto donde las diferencias internas son tan fuertes y graves que por implosión han perdido la unidad además de la confianza ciudadana y con ello la oportunidad de volver a gana los procesos electorales y mantenerse en el poder por más tiempo.
El promedio de tiempo en que han gobernado los diversos partidos en Baja California Sur, con excepción del PRI, es de doce años. (dos administraciones estatales).
El tricolor gobernó desde 1974 hasta 1999 que fue cuando el PRD aliado al PT obtuvo la victoria electoral con Leonel Cota Montaño a la cabeza y que a la postre fue gobernador.
Dos sexenios después, la confrontación interna entre perredista y petistas generó tal división que provocó, la desbandada y renuncias de destacados militantes que se reagruparon en otras fuerzas políticas que finalmente derrotaron al perredismo en el 2011 que encabezaba el entonces gobernador Narciso Agúndez, los nuevos panistas con Marcos Covarrubias a la cabeza quien gobernó hasta el 2015.
Casi como un castigo del destino, los panistas también duraron sólo dos administraciones estatales y casi por la misma razón, la división interna y la lucha de intereses provocó que el año pasado los panistas, con el entonces mandatario estatal Carlos Mendoza, perdieran las elecciones que en junio del 2021 ganó Morena con sus aliados y con Víctor Castro a la cabeza, ahora gobernador de la entidad.
Apenas a once meses del actual gobierno estatal, es decir a un mes de cumplir el primer aniversario de asumir el poder, Morena además de contar con la mayoría de las alcaldías, se encuentra sumido en una condición que puede ser muy similar a la de las anteriores administraciones.
La pugna interna puede generar las condiciones que llevaron en su momento a la derrota a los organismos políticos mencionados.
Conocer la historia sirve entre otras cosas para evitar los mismos errores.
La historia política sudcaliforniana reciente indica que los gobiernos estatales se han perdido precisamente por no tomar medidas a tiempo, es decir antes que de la confrontación y la división interna sea irreversible.
Las diferencias entre grupos al interior de cualquier partido, son naturales y en algunos casos hasta necesarias.
Pero las divisiones y confrontaciones irreconciliables suelen tener consecuencias graves.
No hay herida más lastimosa y profunda que la que generan los propios correligionarios de un proyecto político.
Le pasó al PRI, al PRD y al PAN, desde luego con sus respectivos aliados.
Morena corre ese mismo riesgo, demasiado pronto si no se toman medidas para evitar este tipo de situaciones.
Peor aún, cuando apenas arranca prácticamente un proyecto político que todavía le falta tiempo para demostrar a la población que sí se cumplirán las expectativas generadas en la campaña proselitista.
A ver qué se hace al respecto.
Por lo pronto, los truenos, rayos y centellas que se ven y se perciben no son precisamente de las recientes lluvias que se registran en la entidad.
Veremos que tanto se enfrían las pasiones políticas que por lo pronto de manera muy adelantada ya marcan fuertes diferencias entre los grupos que conforman la clase política morenista.
¿No le parece así amable lector?