Definitivamente la tremenda escasez de agua que se registra en La Paz, es un problema que puede tener repercusiones en lo político, social, económico, y hasta en la salud de la población, sobre todo si se mantiene una postura cerrada de la alcaldesa Milena Quiroga que parece no entender que esta situación está por encima de las preferencias partidistas.

La Paz, requiere de una atención municipal madura, que incluya a todos los sectores en la solución de una condición que por alguna razón, se agravó durante la presente administración.

Obviamente no contamos con el adecuado sistema de agua potable, pero la población se pregunta, ¿por qué ahora la problemática es más aguda que nunca?

Por la razón que sea debe existir mayor información al respecto, pero por sobre todo, una mejor distribución del vital líquido que mantiene a los paceños aun realmente molestos en una condición realmente desesperada.

Ya basta de un endeble maquillaje mediático en este tema.

La firma de convenios que solo quedan en documentos que finalmente no se pondrán en práctica definitivamente a la población le importa muy poco.

La ciudadanía quiere soluciones concretas: Requiere de agua.

Así de simple, sin embargo, a pesar de que estamos en plena temporada de calor, resulta difícil imaginar que al mismo tiempo que la autoridad municipal intenta maquillar de esta manera un problema que requiere atención de fondo y solución inmediata.

Obviamente no existen pretextos válidos para mantener a gran parte de la ciudadanía literalmente a secas.

Es bien conocido que si no existe suficiente agua combinada con altas temperaturas, los riesgos sanitarios aumentan.

Por ello valdría la pena investigar si los casos de cólera registrados en los días recientes no tienen que ver con la falta de agua y por ello problemas de insalubridad.

Es inconcebible que en esta capital existan reportes de este tipo de enfermedades relacionadas con la insalubridad que genera la falta de agua.

Obviamente el tiempo empieza ahora a presionar en contra de la alcaldesa que apenas dentro de dos meses cumplirá apenas el primer aniversario de su accidentada administración que tendrá una

duración de tres años y que por obvias razones contará con mayor presión política al partir del final del 2022.

Los paceños requerimos de soluciones concretas y no declaraciones o gráficas que solo demuestran aparentes buenas intenciones y pocas acciones efectivas.

Sumado a estas pifias se conjuga una pésima labor de comunicación en donde hasta ahora no se ha podido dejar en claro qué lleva a cabo en concreto la alcaldesa Milena Quiroga en este crucial tema más allá de evitar que le afecte políticamente.

Cómo aspirar a otras posiciones de elección popular cuando los resultados hasta ahora son desalentadores.

Desde luego que todos los sectores pueden participar en la solución de esta problemática, pero es la alcaldía paceña la que debe enfrentar y coordinar estos esfuerzos que afectan al inicio en general.

El potencial económico y social de La Paz, no puede ponerse en riesgo de esta manera solo por la pésima forma en atender esta problemática que para colmo de males se ofreció como uno de los temas que sería atendidos a fondo en la actual administración.